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Libre empresa

Candelario González Villa.- La libre empresa que en su día fue un ideal inspirador y progresivo se ha convertido en el caballo de batalla de un puñado de poderosos multimillonarios y en un instrumento ideológico para mantener su dominación sobre los procesos económicos y de ahí sobre la vida de todo mundo libre.

Se han hecho necesarias una nueva ética y una nueva moralidad puesto que las antiguas han sobrevivido a su significado y a su utilidad dados los preceptos capitalistas de la democracia que son como platillos tintineantes y no tienen ninguna influencia en la vida de la gente, no tienen nada qué ofrecer a las masas de seres humanos que están obligados a alquilarse a otras, los cuales darán empleo solo si su trabajo es un medio para obtener ganancias.

En vez de unir a los hombres en un esfuerzo continuo por un mayor bienestar colectivo, la moralidad capitalista quedó reducida a santo y seña del mundo libre.

Muy interesante la reflexión del Dr. en filosofía por la Universidad de Columbia (U.S.A.), Howard Selsam, con la cual nos damos cuenta de los cambios en la sociedad en lo económico y en lo político, así como del surgimiento de una nueva ética y moral.

Tengo fe que el nuevo orden que surgirá tras la pandemia (Covid-19) que está azotando a la humanidad, sacudiendo al viejo orden económico en todo el orbe, restaure la calidad humana, pues al día de hoy la vida está inmersa en el mercantilismo y los capitales en pocas manos fomentando la desigualdad social.

Así perjudican a la mayoría y como consecuencia vivimos la despersonalización del Estado. La pérdida de los equilibrios sociales y económicos llevaron a la nación a la pobreza, a las instituciones las convirtieron en oficinas de trámites de los capitales, como si no fuera suficiente con la corrupción que impera en las mismas.

¿Qué hacer para alcanzar la conciencia colectiva? En primera instancia se debe luchar para alcanzar la participación ciudadana, pues la presencia ciudadana se encuentra fuera del estudio. El análisis, la propuesta y el debate se encuentran secuestradas por la participación representativa que presume la clase representativa partidista, así como los representantes del capital y sus organizaciones empresariales y esto nos lleva a la entrega de nuestra existencia

El mercado no solo no resuelve todo, aunque otra vez nos quieran hacer creer este dogma de fe neoliberal. La fragilidad de los sistemas mundiales frente a la pandemia ha evidenciado que no todo se resuelve con la libertad de mercado (…)  Tenemos que volver a llevar la dignidad humana al centro. (Papa Francisco. Encíclica Hermanos Todos – Frateli Tutti).