Dr. Fernando A. Herrera Martínez.- La figura del General Lázaro Cárdenas Del Río no está en duda, ni lo estará, porque fue lo que forjó su figura en la historia. Y siempre he admirado su nombre y el legado que nos enseñaron que dejó.
Pero sí hay que recordar que más allá del hombre que nacionalizó el petróleo, que repartió mucha tierra y creó ejidos y comunidades, está la figura de quien en pleno gobierno de Adolfo López Mateos se opuso a ingresar a la OPEP, al grito de “todos somos cardenistas”. También su decidida actuación, poniéndose al frente de reclamos sociales que dieron origen al nacimiento de las primeras oposiciones (reprimidas por cierto) dignas frente al gobierno o de su decidida defensa de Cuba en la pretendida y fracasada invasión de Cuba por JF Kennedy a través de Bahía de Cochinos.
En otro episodio, el presidente Cárdenas, en 1936 a su grito de conmemoración de la Independencia de España en el Zócalo, que tradicionalmente es “¡Viva México!”, agregó un “¡Viva la República Española!, con lo que dio el primer paso para recibir a entre 22,000 y 25,000 refugiados con la anuencia del presidente. Sin embargo, a los judíos México solamente les permitió entrar a 1,850 entre 1933 y 1945, pero expidió por lo menos 16,000 visas de inmigración a refugiados republicanos españoles entre 1938 y 1945, y más de 1,400 visas a refugiados católicos polacos entre 1939 y 1941. ¿Por qué las diferencias?
En fin. Las personas tenemos claroscuros y los héroes o próceres como Lázaro Cárdenas no son la excepción. Durante la revolución militó al lado de los sonorenses Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles y, de la mano de ellos, ascendió en la milicia y en la política.
Unos de los primeros pasajes oscuros tiene que ver con la conspiración para asesinar a Venustiano Carranza que tuvo autores de sobra conocidos y registrados por la historia, entre ellos al propio Cárdenas Del Río.
En otro episodio trascendental como lo fue la II Guerra Mundial iniciada por Alemania, con el apoyo posterior de Italia y Japón, generó una sorda lucha política entre las naciones involucradas en el conflicto; por una parte, el denominado Eje, ya mencionado, y los aliados, con Inglaterra y Francia primero, y una vez ocupada, en una buena parte, la última, con Inglaterra prácticamente sola. Después llegó la traición de Alemania al invadir Rusia, que obligó la incorporación de esta a los aliados y, posteriormente, el ataque a Hawái por parte de Japón también arrastró a los Estados Unidos al conflicto.
Hubo muchos países de uno y otro bando y algunos neutrales, pero se menciona a los principales en la confrontación militar. La guerra por ganar adeptos por uno y otro bando llevó a México, con Cárdenas como presidente, a realizar intercambios de petróleo por bienes de capital con los nazis. (¿Reprochable? Comprensible).
Se conoce por la historia, a través de distintos autores, que los ejércitos de ambos bandos proporcionaban distintas drogas a sus soldados, durante el conflicto ya que se consideraban necesidades de los ejércitos de Alemania, Estados Unidos, Francia, etc.
Marihuana, morfina, heroína, metanfetaminas, etc., tuvieron demanda de manera exponencial. Por supuesto, la región estratégica mejor ubicada para el cultivo de la amapola y la cannabis era el noroeste mexicano con “el triángulo de oro” formado por Sinaloa, Chihuahua y Durango.
Aquí cabe un análisis paralelo, breve, pero importantísimo. EU pretendía instalar bases militares en la zona del Pacífico, so pretexto del conflicto con los nipones; por ello, el presidente Ávila Camacho decidió estratégicamente crear en 1941 la Zona Militar del Pacifico, recayendo el nombramiento como jefe militar en el expresidente Cárdenas.
Lo anterior nos regresa al tema de las drogas. Se dice que en ese tiempo ya había tres operadores: Ernesto Fonseca Carrillo, en Sinaloa; Jaime Herrera Nevares, en Durango y Miguel Urías Uriarte, en Sonora. Tata, en su calidad de jefe militar de la zona, nombró a José Siroub de Guanajuato jefe del área de salubridad, quien controlaba la distribución oficial de las drogas y a quien los cardenistas de la Confederación Nacional Campesina (CNC) ayudaban asesorando a los encargados de los cultivos a cambio de un porcentaje.
Con crudeza, pero es lo que se dice: el negocio de la droga significaba ingresos a las arcas del Gobierno, pero luego todo se salió de control y al quedar en manos privadas, el gobierno decidió criminalizar y perseguir a los propietarios de los cultivos.
Así nació, tiempo después, en 1979 el cártel de Guadalajara, del que formaban parte Miguel Ángel Félix Gallardo, Juan Ramón Matta Ballesteros, Ernesto Fonseca Carrillo, Manuel Salcido Uzeta, Javier Barba Hernández, Rafael y Juan José Quintero Payán, Pablo Acosta Villarreal, Juan José Esparragoza “El Azul”, Amado Carillo Fuentes y Rafael Caro Quintero…
El billete verde en grandes cantidades demuestra la actual confluencia de los narcos con los políticos. ¿Responsabilidades de Lázaro Cárdenas? Los testimonios publicados dicen una cosa y creo que la mayoría de los mexicanos pensamos otra.
Consultas: la principal, “Desde Navolato Vengo”, de José Alfredo Andrade Bojorges (editorial Océano – 1999), entre otros textos.
Posdata: Habían dicho que a pie, ahora sacan a 656 migrantes de tres camiones de carga. ¿Cómo lo hacen? ¿Quién paga? ¿Otra vez muchos niños solos? ¿Quién los sube o quién los recluta o secuestra? Insisto: ¿Qué macabro plan se esconde detrás de esta mísera y desafortunada situación de esa gente?