Raúl Ruiz.- El Departamento del Tesoro de Estados Unidos ha sancionado recientemente a tres instituciones financieras mexicanas —CIBanco, Intercam y Vector Casa de Bolsa— por su presunta participación en operaciones de lavado de dinero vinculado al narcotráfico, especialmente al tráfico de fentanilo.
Según la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN), estas entidades habrían facilitado transferencias de fondos para cárteles como el de Sinaloa, CJNG, del Golfo y Beltrán Leyva. Las acusaciones incluyen pagos a empresas chinas que suministran precursores químicos para la fabricación de opioides.
En el caso de Vector, también se menciona un posible vínculo con sobornos relacionados con el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna.
El gobierno mexicano, encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum, ha respondido que no se han recibido pruebas contundentes por parte de Estados Unidos que respalden estas acusaciones.
La Secretaría de Hacienda y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) han solicitado más información y han iniciado investigaciones internas, aunque hasta ahora solo se han detectado fallas administrativas sancionadas con multas.
Este caso ha generado tensiones diplomáticas y pone bajo escrutinio la relación financiera entre México y EU, así como el papel de las instituciones bancarias en el combate al crimen organizado.
Las implicaciones legales para CIBanco, Intercam y Vector Casa de Bolsa son serias y multifacéticas, tanto en el ámbito internacional como nacional:
1. Prohibición de transacciones con EU
El Departamento del Tesoro de EE. UU. ha prohibido ciertas transferencias de fondos que involucren a estas instituciones, lo que podría dejarlas aisladas del sistema financiero estadounidense, afectando su capacidad para operar internacionalmente.
2. Sanciones civiles y administrativas
Las medidas impuestas incluyen restricciones bajo la nueva Ley FEND Off Fentanyl, que permite sancionar a entidades financieras que faciliten el lavado de dinero relacionado con opioides sintéticos.
Esto podría derivar en multas millonarias, congelamiento de activos y pérdida de licencias de operación en ciertos mercados.
3. Investigaciones internas en México
La Secretaría de Hacienda y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) han iniciado revisiones internas.
Aunque hasta ahora no se han presentado pruebas concluyentes, las instituciones podrían enfrentar procesos administrativos, auditorías forenses y sanciones regulatorias locales.
4. Daño reputacional y fuga de clientes
Más allá de lo legal, estas acusaciones pueden provocar pérdida de confianza, cancelación de contratos y retiro de inversiones, lo que pone en riesgo su estabilidad operativa.
5. Posibles consecuencias penales
Si se comprueban vínculos directos con el crimen organizado, podrían abrirse procesos penales contra ejecutivos o empleados, tanto en México como en EU por delitos como lavado de dinero, asociación delictuosa o financiamiento al narcotráfico.
Vamos a ver cómo se mueve este animal.