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La velada amenaza

Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- Me preocupó, y es muy serio lo que les digo hoy, que el martes el secretario de la Defensa, Luis Crecencio Sandoval, dijo: y cito “discernir” de quienes…

Esa palabra discernir, significa separar, colar; aunque también fue, no sé si sea utilizada la palabra, todavía, para conceder honor, para honrar, como cuando mi amigo Santiago fue Cónsul honorario en Chihuahua.

Retomo el tema y vuelvo a la preocupación. ¿Nos van a cernir? ¿Nos van a separar del resto? ¿A los no pensamos igual? Porque no creo que nos den honor o concedan premio alguno.

En serio, la palabra parece irrelevante, incluso una palabra usada con cierta ingenuidad, pero como en política no hay ese tipo de interpretaciones, lo real es que se usó la palabra con el verdadero significado: que no es otro que dividir, separar la harina de su cáscara, o como los mineros que separan el granito del gneis, que contienen lo mismo pero en diferentes formas, lo cual le da al gneis multiplicidad de usos, pero discernirlo se hace necesario para que pueda tener tantos usos. ¿El General amenaza a todos los que no pensamos igual?

Muy preocupante, me lo tomo en serio. A menos que haya utilizado (que no creo) la palabra por un error o con algún significado que yo ignore, lo cual sería normal, pues es imposible conocer al 100 por ciento nuestro idioma.

La votación para que el Ejército esté en las calles y la GN a su mando hasta 2028 se dio hace dos semanas, pero hoy se discute de nuevo para alargarlo más todavía, que de pasar serían 10 años, o sea, siete más. Luego irá al Senado.

Todos los alumnos de primer semestre de Derecho saben que el Artículo 19 señala en qué casos el presidente con apoyo del Congreso puede usar la milicia por tiempo definido. El Art. 21 señala que solo el Ministerio Publico y las policías pueden hacer investigación de los delitos penales. Que el 129 señala que en tiempo de paz el ejército debe estar en sus cuarteles y que las policías deben ser civiles. Aun así, intentan (todo indica que lo van a lograr) poner una ley secundaria por encima de la Carta Magna.

Todos sabemos que para modificar la primera se puede con mayoría simple, pero la otra requiere la mayoría calificada, o sea dos tercios de los presentes en ambas cámaras. Morena tiene mayoría simple en ambas, pero no completa la calificada en ninguna de las dos. Entonces, no les queda de otra que violar la Ley Suprema que es la Carta Magna o Constitución.

¿A eso hemos llegado? ¿A ser y tener un gobierno que no respeta las leyes? ¿A un gobierno capricho que se impone por la vía que sea necesaria aunque para ello violente la Constitución? ¿Es posible que los mexicanos seamos testigos de esto? Sí, sí lo es. Y lo es porque cuando tienes al Ejército de tu lado nadie puede hacer nada en contra.

La única esperanza estaba puesta en el mismo Ejército y era que los militares decidieran entre dos opciones: obedecer la Constitución o a su jefe máximo. Ayer quedó claro que en su deber es primero, que en la disciplina se impone el presidente y no la ley y lo que dice nuestra Carta Magna, como ley suprema. Así se sostiene Maduro en Venezuela con la fuerza de las armas, así Cuba con la fuerza de las armas. Y así se ha elegido ese rumbo en nuestro país.

Pobre México, mal gobernado siempre, con políticos enriquecidos del erario público, con la ley aplicada a contentillo de los poderosos, con el gran sufrimiento de la pobreza y un gobierno siempre en la opulencia. Pobre país que un día decidió salir a votar y eligió una opción diferente, creyendo en la esperanza y la promesa de un cambio. Pobre país que no atina una.

Si los que creímos que era error elegir a López Obrador nos ganamos la burla de los inconformes con los regímenes anteriores, y es que no saben que también estábamos hartos como ellos. Ya no se vale la burla de que salimos de lo malo a lo peor. No. Asumamos la culpa de haber sido parte de aquellos malos gobiernos y ahora busquemos unir fuerzas para sacar al que salió peor.

Vivir bajo bota militar es tan duro que ni nos hemos dado cuenta, y es lo que está por iniciar. ¡Dios nos agarre confesados!