Inicio CONCEJAL La Ruta del Viche, del oriente de Cali al mundo

La Ruta del Viche, del oriente de Cali al mundo

Juan Martín Bravo.- Cali es cuna de emprendimiento. En cada esquina del oriente de la ciudad, hay una historia de esfuerzo y creatividad, de resiliencia y reinvención. Es un ecosistema vibrante, lleno de negocios que nacen del talento y la herencia cultural de sus habitantes.

Entre esos emprendimientos, uno destaca por su historia, su tradición y su enorme potencial comercial: el viche, el licor ancestral del Pacífico. Este destilado, que ha acompañado las tradiciones afrodescendientes por generaciones, ya no es solo una bebida reservada para las comunidades que lo han producido artesanalmente.

Colombia ha empezado a reconocer su valor comercial, y con la Resolución 2327 de 2022 del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (INVIMA), el viche pasó de ser considerado una producción clandestina a un producto con potencial de legalización y expansión comercial.

En el oriente de Cali, la producción de viche ha crecido, con pequeñas vicherías que han logrado posicionarse en el mercado local.

Sin embargo, el verdadero potencial está en formalizar y estructurar una Ruta del Viche, que no solo fortalezca su comercialización, sino que convierta esta tradición en un atractivo turístico de talla mundial.

El proceso es claro y viable:

1. Formalización y registro: Apoyar a los productores en su inscripción en el INVIMA, asegurando que cumplan con los estándares sanitarios y puedan comercializar el licor sin restricciones.

2. Registro mercantil y de marca: Un negocio sin registro es un negocio sin futuro. La clave está en que cada vichería obtenga su registro mercantil y proteja su identidad con el registro de marca ante la Superintendencia de Industria y Comercio.

3. Sello de denominación de origen: Así como el tequila en México o el ron en Cuba, el viche merece ser protegido como un producto único del Pacífico colombiano, garantizando su autenticidad y exclusividad en el mercado.

Si algo nos ha enseñado el Festival Petronio Álvarez, es que la cultura vende. El turismo gastronómico y etnocultural tiene un impacto económico gigantesco y la Ruta del Viche podría convertirse en una de las experiencias más atractivas de la ciudad. No solo para locales, sino para turistas nacionales e internacionales que buscan experiencias auténticas.

Esta ruta podría conectar el oriente de Cali con corregimientos como Navarro y El Hormiguero, donde hay un potencial de desarrollo turístico aún por explotar. Con una dotación adecuada, espacios de degustación y eventos que integren gastronomía, música y cultura, podríamos convertir al viche en el embajador del sabor del Pacífico.

Pero el verdadero objetivo no es solo que el viche se venda en Cali o en Colombia. Es hora de mirar hacia mercados internacionales.

Si logramos estructurar este modelo comercialmente, podríamos abrir puertas en Europa, Norteamérica y otros mercados donde los licores artesanales y de origen tienen un enorme valor agregado.

Este es un llamado a los productores, a los emprendedores y a las autoridades. No podemos permitir que el viche quede relegado a la informalidad o que su potencial sea desaprovechado. La oportunidad está servida y es cuestión de tomar acción ahora.

Si México hizo del tequila una insignia mundial, si Escocia convirtió su whisky en un sello de calidad global, ¿Por qué Cali no puede hacer del viche un emblema del Pacífico colombiano?