Carlos Angulo Parra.- Cuando Yugoslavia se liberó del círculo de influencia soviético, el área de los Balcanes -que era la que ocupaba la antigua Yugoslavia-, se dividió en pequeñas naciones, compuestas por diversas etnias y culturas, en donde se hablan diversos idiomas, existían diversas religiones, causándose una muy violenta guerra entre ellas, de donde sale el término “balcanizar”, significando una mala división que puede provocar disrupciones graves.
Bien, a esto me refiero con una posible balcanización de lo que puede pasar con los liderazgos políticos que hay en México. Para empezar, ya hemos visto lo que ha sucedido con Alito en el PRI, esto puede provocar o un cisma en ese partido o la adhesión de Alito a Morena, ya sea solo él o acompañado de algunos priistas.
En Morena, cada vez se ve más clara la separación de Claudia Sheinbaum, Ebrad y Monreal, sin olvidar a Adán Augusto López Hernández que también tiene su corazoncito.
Es posible que los que queden fuera de la designación hacia la candidatura a la presidencia de la República vayan a buscar cauce con algún partido de oposición. Al respecto, se puede ofrecer Movimiento Ciudadano para arropar a alguno de los disidentes de Morena que resulten; inclusive, el Partido Verde, que no es oposición, pero, conociéndolos, si ven las cosas difíciles en Morena, muy bien se pueden de nuevo convertir en oposición.
Por el lado del PRI, también están Beatriz Paredes y Enrique de la Madrid, y no dudaría que también luego saliera Alfredo del Mazo, alguno de los Moreira o el gobernador de Coahuila saliente el año que entra, Riquelme.
Por Movimiento Ciudadano tenemos al campeón de las encuestas que con el solo poder de su marca arrasa con varios, el alcalde de Monterrey Colosio, que dice que no quiere, pero a lo mejor se llega a animar, así como los consabidos gobernadores de Jalisco, Alfaro, y Nuevo León, Samuel García.
En el PAN hay muchos: Creel, Lilly Téllez, Damián Zepeda, Juan Carlos Romero Hicks, Mauricio Vila, Kuri, Maru Campos y el perseguido Ricardo Anaya, quien es el que va más arriba en las encuestas, seguido por Lilly Téllez.
Debo decir que esto puede ser bueno o malo. Bueno, si se hace una amplia exposición democrática a lo largo y ancho del país de todos los candidatos de la oposición, con un gran consenso de generar un gobierno de coalición resultante del ejercicio de elecciones primarias, ya sean estructuradas legalmente a través de una gran reforma electoral al respecto o realizadas particularmente por los integrantes de la coalición.
Ello generaría una gran oportunidad para los aspirantes de Morena que no son los favoritos del presidente, por lo que, si Morena se dividiere, los seguidores de dichos precandidatos en el Congreso pudieren aportar los votos suficientes para llevar a cabo las elecciones primarias y así contender, con cierto piso parejo, para a ser el abanderado de Morena.
Lo que quiero recalcar es que esta “balcanización” de la política mexicana puede devenir en ser el contexto político ideal para continuar democratizando al país. Ahora las dirigencias de los partidos políticos llevan la batuta en las designaciones de los candidatos, por eso la ciudadanía se siente excluida y ajena a los partidos políticos.
Es por ello por lo que debemos aprovechar que haya elecciones primarias y del resultado de ellas salgan los candidatos a la Presidencia de la República. Dichas elecciones se llevarían a cabo por el INE (escenario ideal y deseable ya que participarían de forma obligatoria todos los partidos políticos). Si esto no se logra, los partidos coaligados las pueden llevar a cabo con sus propios recursos humanos y organizacionales, aunque estimo que Morena no lo haría, quitándole legitimidad al candidato que elijan, mientras la oposición puede salir fuertemente posicionada en el caso que su candidato sea producto de una elección primaria.
Ahora bien, si dicha reforma no fuere posible. Estas elecciones primarias las puede llevar a cabo la oposición haciendo antes una amplia coalición que convenga, además de conformar un gobierno de coalición, llevar a cabo elecciones primarias manejadas por la alianza opositora y así elegir a su candidato a la Presidencia de la República.
Si no hay este tipo de consensos el resultado tanto para Morena , como para la oposición y por ende para el país puede resultar catastrófico con una nefasta balcanización de nuestra política en donde puedan resultar los peores candidatos