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La mala “Madame”.

Daniel Valles.- La noticia de la detención de César Duarte Jáquez, exgobernador del estado de Chihuahua, opacó un tanto todo lo sucedido en Washington, DC, con la visita del presidente López Obrador.

Esto debido a la importancia que implica el que sea detenida una figura como la que llegó a ser César Duarte Jáquez, gobernador del Estado en mención, de 2010 a 2016.

Desde antes de tomar posesión, el actual gobernador, señor Javier Corral Jurado, tuvo -y tiene- grandes diferencias con el entonces gobernador, a quién señalaba como corrupto.

En la campaña que realizó Corral para suceder a Duarte Jáquez, ofreció denunciarle y llevarle a la cárcel por delitos que tienen que ver con el actuar corrupto de parte del entonces gobernador Duarte.

Han pasado poco más de cuatro años de ese ofrecimiento fundamental en la campaña de Corral Jurado. Habría sido ya señalado por sus oponentes al no haber podido dar cumplimiento a su promesa de campaña de manera cabal. Lo que ahora, ya no pueden hacer.

Sin embargo, aún falta que llegue al estado para ser juzgado César Duarte Jáquez, el que fue detenido en la ciudad de Miami, EU, por los Marshalls de esa nación con la intención de ser extraditado a México.

Sin duda que para combatir la corrupción deben perseguirse casos como este. No quedar impunes. El ejemplo que así envían a la sociedad y a la clase política es que no pasará nada y bien vale la pena arriesgarse a cometer actos corruptos.

Es un hecho, nadie puede ser acusado de ser corrupto. Así nomás. Nadie se equivoque, la corrupción es una falta moral y ética que no es perseguida por la ley.

Al acto denominado corrupto, se le ha de adjuntar un hecho ilícito, como el de lavado de dinero, soborno, desviación de recursos, malversación de fondos, etc. Pero no solo esos son actos corruptos. Mentir es un acto corrupto.

Más si se hace desde una posición de poder donde se puede manipular la opinión pública para que la gente crea algo que no es cierto.

Toda persona que miente, aunque no sea de una gran y alta posición, es corrupta. No importa desde dónde lo haga. Quien sea y sin tomar en cuenta el fin que persiga, quien miente es una persona corrupta.

Nunca el fin justifica los medios. Ha de ser en la forma contraria. La corrupción se identifica como una expresión y quizá la causa de los principales males del país.

Casi siempre se busca responsabilizar a otros por los hechos corruptos que suceden. Como en Colombia, que culpan a las guerrillas del atraso y la pobreza que viven. De la violencia.

Sin embargo hoy, casi sin guerrilla, la mayoría de los problemas siguen iguales por causa de la corrupción, la desigualdad y la ausencia de justicia.

Estos elementos, juntamente con otros, han de estar presentes para que los índices de corrupción disminuyan y la corrupción se controle, que es lo que se puede hacer.

La corrupción no se puede erradicar del mundo, de las diferentes instituciones que componen nuestras sociedades. Ergo, la corrupción no se elimina, solo se controla.

Y eso es lo que el gobierno de Javier Corral Jurado parece haber estado haciendo, pues datos de que se ha controlado la corrupción han sido mostrados por su mismo gobierno.

Pero claro, eso lo hacía el mismo gobierno anterior y luego nos damos cuenta de que no era así. Es una larga historia de los gobiernos.

Apenas el pasado 10 de junio, el INEGI, a través de un ejercicio como la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG) 2019, dio a conocer los resultados de ésta.

Chihuahua ocupó el 2º lugar a nivel nacional durante el 2019 con un 24.4% de sus trámites que se realizan en bancos, supermercados, tiendas o farmacias, escalando 9 lugares desde el 2015, cuando se encontraba en 11º lugar a nivel nacional, lo que representó un aumento del 62% en este rubro.

El objetivo del ejercicio es recabar información sobre las experiencias y la percepción de la población con trámites y servicios públicos que proporcionan los diferentes niveles de gobierno.

El dato pasó desapercibido para muchos. ¿Por qué? Porque son datos duros que no impresionan a nadie, porque no los creen. Porque todos los gobiernos, de todos los colores y de la posición política que sea, han mentido a este respecto. Y lo han hecho siempre.

Más ahora, con la detención de César Duarte Jáquez, el gobierno y la palabra de lo ofrecido por Javier Corral Jurado, toman otro derrotero. Y habrá de presumirlo, claro.

Es necesario que otros funcionarios lo entiendan bien. Si han perseguido a un exgobernador para hacerle pagar sus presuntas culpabilidades por corrupción, no se habrán de detener por nadie de menor jerarquía. Espero que así sea.

Todos sabemos que César Duarte se encontraba prófugo, acusado de peculado. Se le calcula peculado y otros por más de 7 mil millones de pesos, lo que incluye ranchos con más de 100 mil hectáreas en su conjunto. Todo eso lo gozó en su momento.

Eso es algo inimaginable para la gran mayoría de nosotros, los mortales, quienes debemos tener en cuenta que: la corrupción es una mala “madame”. Porque cobra muy caro todo lo que les hace llegar a quienes se allegan a ella.

Les trata bien, con lujos y con detalles finísimos. Les otorga poder, fama, dinero y todo lo que éste puede comprar. Bienes materiales, sexo, etc. Pero eso dura mientras la “madame” puede sacarles jugo.

Les ofrece los reinos de este mundo si postrados la adoran. Luego, les desecha como excremento, cuando ya las personas están secas y nada más hay que sacarles. Así es la corrupción.

Quienes se allegan a ella saben, porque lo han vivido, que al final, el último bocado que esta mala “madame” les sirve es un bocado de tierra.