Diputado Benjamín Carrera.- Entre irregularidades, quejas, luchas de huipiles y declinaciones que se vieron más forzadas que con ganas, se ha confirmado que Xóchitl Gálvez, la maestra del marketing, ha sido nombrada la abanderada del PRIAN -más lo que queda del PRD- como una especie de candidata a la Presidencia de la República.
Sin embargo, a pesar de haber sido capaz de surgir según ella desde abajo y levantar un imperio millonario basado en gelatinas, hay algo aquí que no cuaja: después de haberse autoproclamado “políticamente daltónica” buscando deslindarse de los partidos políticos que la han ungido, arremete con un florido lenguaje dando a conocer lo que ella misma dice, será su regla de oro: “ni huevones, ni rateros, ni pendejos”.
Recurriendo a una estrategia un tanto dudosa, haciendo lo que siente que la hará conectar con la ciudadanía, la señora X aprovecha espacios públicos para hablar con palabras altisonantes y compartir sus experiencias con el peyote y la marihuana… quizá con ese antecedente, la próxima ocurrencia de Xóchitl sea declarar la pobreza un delito y así acabar por fin con todas las personas que se encuentran en esta condición.
Estas declaraciones secundadas por el expresidente Fox, nos hacen recordar aquella película “Un Mundo Maravilloso”, en la que se retrataba el actuar de los presidentes panistas que siempre recurrieron al discurso triunfalista, como quien esconde cual bomba de tiempo, la polarización y la desigualdad social bajo ese discurso neoliberalista que llega al extremo de la caricaturización.
Pero la ciudadanía no se come a estas alturas, cualquier gelatina. Los discursos populacheros que no se acompañan de acciones sociales ya no venden, y por más esfuerzos que se han hecho por inflar la imagen de la señora Gálvez, apenas a la mitad de las y los mexicanos les suena su nombre… y a la mayoría de quienes sí la ubican, les suena mal. No lo digo yo, lo dice el Reforma, que ubica en cero el saldo de opiniones favorables que se eliminan con el desconocimiento de quien encabeza el Frente Amplio.
En su paso por Chihuahua, queda en evidencia que la señora es efectivamente, como dicen los más jóvenes, X… y lo que queda en evidencia con la presencia en su mayoría de personas trabajadoras de la administración estatal. Lamentablemente el discurso que ha tomado Xóchitl no cuaja ni cuadra con las y los chihuahuenses que nos sentimos orgullosos de lo que, con trabajo duro hemos hecho.
A pesar de que dice que en su proyecto todos caben, lo cierto es que ha hecho declaraciones insultando a un importante sector de la población, que no comparte ni condiciones ni intereses con la ultraderecha con la que se apresura a prometerle negocios, mientras hace alarde de su profunda religiosidad, que entendemos que comparta con el PAN y que al PRI a estas alturas le da igual, pero… ¿compaginará con los intereses de la supuesta agenda progre del PRD?
Xóchitl, quien con una humildad nunca antes vista -en ella- se coloca al filo de una de las cosas más siniestras que es regresar el poder a la iglesia después de los esfuerzos históricos por alcanzar un estado laico como la más firme demostración de respeto e inclusión a todas las creencias y precisamente una de las principales acciones orientadas a dar cabida a todas las formas de pensar.
Xóchitl sí que va… pero en picada y eso que aún no empieza y en su apodo lleva la condena quedándose como una alternativa equis.