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La gansa inquisición

No es fácil derribar a los autócratas, pero en cuanto se tambalean, sus más firmes sostenes los abandonan. Anatole France, escritor francés

Cuauhtémoc Monreal Rocha.- LEÓN DE LOS ALDAMA, GTO.- Cuando un expresidente dijo que… ustedes ya saben quién, era un peligro para México, nadie le hizo caso; el tiempo le dio la razón y aún el pueblo “vueno y savio” no lo acepta e idolatra al gran transformador mexicano del siglo XXI, fenómeno social que creemos, nadie se explica. ¿O sí? Nosotros no, por más que le hemos dado vueltas al asunto ¿o será por eso, por tanta vuelta? Esperaremos qué dice Cronos.

Y es que a don Andrés, aunque como como “gobernante” las cosas no le han salido bien, no obstante ser un autócrata redomado, le sigue importando un verdadero comino si sus iniciativas, surgidas de su cabecita loca o mente desquiciada, sean inconstitucionales; su obsesión, no nos cansaremos de repetirlo, sin voltearnos para un ladito, es el poder y entre más lo ejerza, mejor. Es el sostén de su vida, es su máxima ambición como ser humano y por eso como autócrata, manda al diablo las instituciones y todo lo que le estorbe, para eso tiene un hato de borregos en la casona de San Lázaro, que con solo balar, aprueban lo que su “amado líder” les envíe, sin corregirle ni siquiera una coma o cualquier signo de puntuación. ¡Faltaba más!

Afortunadamente solo queda para atajarlo, para contenerlo, para detenerlo, para marcarle un hasta aquí, la SCJN, aunque a su presidenta, al no haber sido impuesta por él, le echa pestes, por no ser su incondicional y tratar de darle dignidad al máximo Tribunal de Justicia nacional.

¡Qué diferente actitud entere Zaldívar y la respetable Señora Piña! Aquél, sin dignidad, como hombre y ésta demostrando, sin temor alguno y con hechos, la autonomía del Poder Judicial, que solo podrá concretarse, siempre y cuando los jueces, TODOS, decidan, sin interferencia de interpósita persona o del dictador que vive en Palacio Nacional, cómo hacer su trabajo, su chamba, su jale, ajustado a estricto derecho.

Hay mucha autoridad en la SCJN. El ególatra, el tiranuelo, el déspota, el absolutista de Macuspana, llamado Andrés Manuel, rabia, rumia su coraje y lo hace perder la vertical al decirles a sus títeres, a sus floreros, que no le contesten ni el teléfono a los ministros, en lugar de buscar un diálogo sano y republicano, para beneficio tanto de la 4T, pero principalmente para México y que los ciudadanos puedan vivir en una nación unida y con visión de un futuro halagüeño, donde las nuevas generaciones, aspiracionistas o no, jugarán un rol muy importante para lograr tener un país noble y generoso que ya no sea de unos cuantos, como ha sido desde los gobiernos revolucionarios, hasta hoy en día con la 4T.

Solo falta que el Inquisidor del sureste dé un golpe de estado con ayuda de los militares e instaure una Gansa Inquisición para impedir, a toda costa, que haya elecciones libres y democráticas el próximo año y quedarse con un poder vitalicio, cuya ley sería únicamente la de sus dídimos, las de sus machos, la de sus cojones o simplemente, la de sus huevos. Vale.