Diputado Benjamín Carrera.- Desde su primera visita a Chihuahua, la Dra. Claudia Sheinbaum hizo un compromiso con los pueblos originarios de nuestro estado. Casualmente en esa visita compartió acciones gubernamentales que con éxito han consolidado un derecho que tienen todas las comunidades: el derecho a la educación.
Hace unos días, de vuelta en el estado grande, pero ahora en su paso por las comunidades más necesitadas y entre el revuelo que se ha querido alimentar con información sesgada acerca de los nuevos libros de texto, ha sido firme respecto a la necesidad que hay de salvaguardar el derecho a la educación para niñas, niños y adolescentes, sin distingo alguno.
El comentario de Claudia no debiera ser tomado a la ligera, ya que durante su gestión como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, podemos compartir acciones trascendentales enfocadas en la expansión del derecho a la educación pública, incluso a nivel universitario, e implementando programas de educación a distancia manteniendo como principios la inclusión e igualdad.
El reconocimiento a esta y otras acciones viene no solo de una persona convencida de la transformación humanitaria por la que transita nuestro país, sino que son respaldadas por la comunidad académica y científica de la Red de Educación Media Superior que engloba a más de diez mil académicos, investigadores y expertos, quienes consideraron en su momento deseable que todos estos esfuerzos se llevaran a cabo a lo largo del país.
La contraparte de ello son los tumbos que ha ido dando Gobierno del Estado con acciones sobre las cuales hasta el momento no tenemos certeza. En este punto vale la pena preguntarnos si el ego con el cual las autoridades estatales actúan para obstruir el acceso a los materiales educativos es más importante que atender las necesidades urgentes de aquellas comunidades remotas que ya de por sí y en condiciones normales, requieren de un gran esfuerzo por parte de madres, padres y educadores.
Como parte de estos desatinos, el Gobierno del Estado ha trasladado, como acostumbra, lo que es su obligación, pasándola a la comunidad a través de la colecta de libros viejos apelando, eso sí, a la solidaridad de las y los chihuahuenses para así cargar todos con las consecuencias de sus malas decisiones. ¿Usted cree que, si a estas alturas no dan propuestas claras ni señales de diálogo, vayan a saber cómo asumir una obligación que de manera conjunta con Gobierno Federal les compete?
Pero más allá de ideología política y de casos de éxito, debemos reconocer que, si algo nos ha dejado la Revolución, además de héroes, es la educación pública como único derecho social cuya defensa, garantía y promoción han ido progresando. La preocupación atiende entonces a la necesidad que los entes públicos deben conservar y robustecer en cuanto a educación se trata.
Es ahora que tenemos a un gobierno panista que irónicamente, y a pesar de sus principios, critica un falso adoctrinamiento de los libros de texto, pero olvida que la educación es laica, lo que no había sido puesto en duda en gobiernos panistas anteriores, y sobre todo que la escuela es el principal medio que tiene la población para alcanzar a través de los principios revolucionarios y de la libertad de pensamiento, elevar su nivel de vida e integrar a las clases más necesitadas a la población.
Como sucede con las transformaciones, hemos de decir que en principio su éxito es cuestionable y relativo, pero finalmente se consolidan y muestran a la población que, a través los medios, se puede llegar a formar una identidad nacional compartida. Por eso refrendamos que #EsElla la que llevará lo que ahora es un compromiso, a ser una realidad.