Daniel Valles.- ¿Ya se vacunó contra el Covid? Solo que sea de la gente que puede cruzar a El Paso, Texas, o tal vez, si sabe de algo que no sepamos los mortales de la región, porque no se ha anunciado que se haya iniciado la campaña de vacunación masiva en Chihuahua. Y nos tocará. ¿Cuándo? Pronto.
Lo que sí se inició hace unas tres semanas o cuatro fueron las llamadas de parte de la Secretaría de Salud para preguntar si queríamos ponernos la vacuna y si teníamos quien nos llevara. ¿A dónde? Vaya usted a saber. Pero eso querían saber, nada más. Que nos llamarían “luego”, dijeron.
“Ofrecer y no dar, es igual a robar”. Este es un dicho mexicano de los no muy populares o conocidos, pero que encierra, como todos, una gran verdad, la de las palabras que lo componen. Robar es una forma de corrupción.
Y si este lo aplicamos a los ofrecimientos que a diario nos hace el gobierno federal en torno a la vacuna contra el Covid-19, la cosa se torna ominosa, por la dosis demagógica que encierra. Se torna en algo bien envuelto, adornado adecuadamente. Sin embargo, lo que envuelve es un producto que pronto se torna en algo corrupto.
Nuestro gobierno federal todos los días ofrece vacunar, al menos en el discurso, a 500 mil personas. Si eso fuera posible, en 252 días toda la población mexicana estaría vacunada y en unos meses, lograríamos la llamada “inmunidad de rebaño”. Dejaríamos de estar potencialmente expuestos a una infección por entrar en contacto con personas que pudiéramos estar contagiadas del virus.
En México, de acuerdo a lo declarado por el canciller, Marcelo Ebrard, han llegado más de seis millones de vacunas, de las diferentes marcas. El pasado sábado llegarían un millón de dosis de Sinovac, de la República Popular China.
Se habían aplicado hasta ayer 4 millones 737 mil 622 dosis, para un porcentaje del 3.3 por ciento de la población, según las cifras oficiales. No más de 40 mil personas por día.
Si se tratara de un mensaje, fácilmente podríamos establecer que hay un problema en el mensajero, no en el mensaje. Es decir, se tiene el producto, pero en la entrega está el problema y donde se atora la cosa: en la logística.
La Secretaría de Salud federal reportó que hasta ayer fallecieron 196 mil 606 personas a causa del Covid-19, un aumento de 698 en las últimas 24 horas. También notificó 6 mil 796 casos nuevos, por lo que sumaron 2 millones 182 mil 188 infectados acumulados durante la pandemia en México. Y se habla de un posible rebrote debido al “puente” vacacional que acabamos de vivir este fin de semana pasado.
Hasta el jueves 18 del presente, 4 millones 497 mil 552 vacunas se han aplicado de las más de seis millones que han llegado; es decir, 74 por ciento de las dosis que han llegado, de acuerdo con cifras presentadas por la dependencia federal.
Son diversas cifras, tantas que pueden marear a las personas que las escuchamos. El hecho es que estamos retrasados y la ineficiencia se nota en las acciones que ejerce el gobierno federal. ¿Por qué no pide ayuda? ¿Será muy vergonzante? ¿Son muy orgullosos? No lo sé, puede ser eso o algo más o todo junto, el hecho es que vamos retrasados y mal.
“Ha sido difícil convocar y programar cuando aún no están las dosis en el sitio”, reconoció el director de Cenaprece, señor López Ridaura, quien agregó que el proceso será más fluido cuando se tengan más inmunizadores. Que este mes comenzarán a aplicarse las segundas dosis para un grupo de adultos mayores, por lo que contarán con su esquema completo”.
Por su parte el subsecretario de Prevención de la Salud, Hugo López-Gatell, aseguró que si se aumenta la dotación de vacunas se podrán aplicar 500 mil dosis diarias.
Pero, ¿aparte del insigne presidente mexicano, quién le cree al señor Hugo López Gatell? ¿Usted le cree? Yo, tampoco. No obstante, el canciller Ebrard anuncia que la semana entrante llegarán más de 2.7 millones de vacunas de EU. Se dice que a cambio de detener a los migrantes que vienen de Centro América.
En Mexicali, BC, acaban de aplicar vacuna, hace una semana, cientos de adultos mayores de sesenta años. La campaña estuvo bien llevada. La gente se abalanzó de tal forma que hubo quienes estuvieron en la fila de autos por casi 36 horas, para asegurar su vacuna. Lo lograron, el proceso estuvo bien llevado, rápido. Pero se acabaron las vacunas. No toda la gente lo logró. Lo que demuestra una cosa: no es porque no se sepa cómo hacer o llevar a cabo la campaña. ¿Entonces?
Creo que se debe a que se ofrece mucho y se cumple poco. A que se trata de dar una imagen de que se sabe y se puede con la pandemia, pero que, a la hora de demostrar el hecho, se quedan cortos con lo que ofrecen.
Y es que “del dicho al hecho, hay mucho trecho”, lo que ha sido la gran característica del régimen federal actual. Ofrece mucho, da o entrega poco. A todo le tira y a nada le pega.
(*) Daniel Valles es el Comisionado Internacional Anticorrupción de la OMPP