Inicio CARTAPACIO Justicia a la mexicana

Justicia a la mexicana

Raúl Ruiz.- ¿Hay justicia en México? La sensación es manifiesta: NO. El sistema nacional de justicia, con sus 55 mil empleados, entre ministros, jueces, secretarios, trabajadores en juzgados, ministerios públicos y demás. ¿SON CORRUPTOS?

El presidente dice que sí y que trabajan para sus patrones, los oligarcas. Dice que se llevan 400 a 700 mil pesos mensuales, más otras prestaciones. Y eso, obviamente, nos indigna a todos los mexicanos. Y que por eso, hay que meterle cuchillo al sistema financiero del sistema de justicia.

Justicia se puede definir como el principio moral y ético que busca establecer la equidad, imparcialidad y legalidad en la aplicación de las leyes y normas. Implica tratar a todas las personas de manera justa y tratar de garantizar que se haga justicia en situaciones de conflictos, crímenes o violaciones de derechos.

Pero tenemos, por otro lado, el sistema nacional de justicia, o sea, el conjunto de instituciones y normas legales que conforman el sistema jurídico de un país a nivel nacional.

Este sistema tiene como objetivo garantizar el acceso a la justicia para todos los ciudadanos y hacer cumplir las leyes de manera adecuada. Incluye a los tribunales, los jueces, los fiscales, los abogados y demás profesionales del derecho que intervienen en los procesos judiciales.

También abarca las leyes y las normas que rigen la administración de justicia en el país, así como los procedimientos legales establecidos para resolver conflictos y hacer valer los derechos de las personas.

El sistema nacional de justicia tiene la responsabilidad de velar por la imparcialidad, la transparencia y la eficiencia en la resolución de los conflictos y en la aplicación de las leyes. Hasta ahí, todo bien.

Incluso podemos aducir que, pese a todo, guardando un principio de democracia, el sistema nacional de justicia debe ser autónomo, pero tenemos un problema, Houston: Por mandato presidencial, en una relampagueante jugada en el Congreso de la Unión, destriparon 13 de 14 fideicomisos del Poder Judicial. La afectación es mortal.

Si bien, la fuerza argumental del presidente al sostener que en el Poder Judicial campea la corrupción, deja caer el machete, sin piedad, llevándose de corbata decenas de prestaciones de los de allá ‘abajo’. Agarró parejo. Las pensiones, los servicios médicos, los programas de vivienda. Son más de 55 mil empleados que en su enorme mayoría, solo agarran las boronitas de los fideicomisos.

Me parece que antes de la decisión drástica de meterle cuchillo a los 13 fideicomisos, debería haberse hecho una revisión entre los límites de los derechos humanos de los trabajadores y los excesos de los gargantones que no tienen llenadera. Si no… no es justicia.

El Senado aprobó en comisiones la extinción de los fideicomisos del Poder Judicial. Con 19 votos a favor, las comisiones Hacienda y de Estudios Legislativos aprobaron la extinción de 13 fideicomisos del Poder Judicial de la Federación, para extraer de allí más de 15,300 millones de pesos para programas sociales.

Luego de tres horas y media de debate, las comisiones de Hacienda y Crédito Público y de Estudios Legislativos Segunda de la Cámara de Senadores aprobaron por 19 votos de Morena, PVEM y PT; y 13 votos del PAN, MC, PRI y PRD en contra y dos abstenciones, el decreto por el que se reforma el artículo 224 de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación para prohibir la creación de fondos o fideicomisos del Poder Judicial y extinguir 13 de sus 14 fideicomisos por más de 15,000 millones de pesos.

Pero, ¿cuáles son estos fondos y para qué están destinados? Estos fideicomisos están distribuidos: cinco en el Consejo de la Judicatura Federal (CJF); seis, en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y 2 en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Hasta el segundo trimestre de 2023 estos fondos representaban 15,434 millones de pesos.

Las unidades responsables y sus fondos de recursos (en millones de pesos) son:

Consejo de la Judicatura Federal (CJF): Pensiones complementarias de magistrados y jueces jubilados (4,722.3); Mantenimiento de casas habitación de magistrados y jueces (76.5); Apoyos médico complementarios y de apoyo económico extraordinario para servidores públicos (69). Desarrollo de infraestructura que implementa las reformas constitucionales en materia de justicia federal  (4,308.9); Fondo para la administración de los recursos provenientes de sentencias (1 peso),

Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN): Pensiones complementarias Mandos Superiores (832.8); Pensiones complementarias mandos medios y personal operativo (2,972.6); Plan de prestaciones médicas complementarias          (145); Manejo del producto de la venta de publicaciones CDs (177.8); Remanentes presupuestales (1,386); Fondo nacional para el fortalecimiento y modernización de la impartición de justicia (727.4).

Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF): Fideicomiso de apoyos médicos complementarios y de apoyo económico extraordinario para los servidores públicos (15.1). Total: 15, 434.7 millones de pesos (Fuente: SCJN y Cámara de Diputados).

Con la reforma, de los 13 fideicomisos, solo quedaría vigente uno, ya que es el único que se encuentra en la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación, que es el Fondo de Apoyo a la Administración de Justicia.

¿Cuál es la situación actual? Paro nacional del Poder Judicial. ¡Hasta el domingo 29! O sea, prácticamente la justicia paralizada. El razonamiento más inteligente de los senadores, me parece que fue el del senador chihuahuense Rafael Espino, quien planteó la necesidad de identificar cómo se deben aprovechar esos recursos para mejorar el sistema de impartición de justicia y rechazó mantener lo que calificó como “privilegios” y “excesos económicos” de la alta burocracia de ese Poder.

De los trece fideicomisos afectados por la aprobación de la mayoría en la Cámara de Senadores, seis afectan a trabajadores de élite y altos mandos.

Al respecto, el senador Espino reconoció que existe afectación a los derechos fundamentales. Esto no abona mucho a la política del presidente; sin embargo, en el camino se irán acomodando las calabazas.

¡Esto apenas comienza!