Luego de ser retirados del campamento improvisado a orillas del río Bravo, un total de 60 migrantes de origen venezolano han aceptado instalarse en el albergue municipal Kiki Romero, en el cual están recibiendo todos los servicios que se ofrecen en este espacio, informó Santiago González Reyes titular de la Dirección de Derechos Humanos del municipio.
“El lunes retiramos también a los migrantes que instalaron otro campamento en un parque sobre el bulevar Bernardo Norzagaray, por lo que aceptaron ingresar al albergue, mientras resuelven su situación migratoria”, mencionó el derechohumanista.
Dijo que las personas en situación de movilidad se bañaron, recibieron ropa limpia, insumos de higiene personal, además de ser atendidos por médicos de la Dirección de Centros Comunitarios, pues varios presentaban enfermedades de problemas respiratorios luego de dormir a la intemperie.
“Se les hizo del conocimiento que en el albergue no están sujetos a la deportación, ni hay revisiones migratorias, por lo que algunos han comenzado a llamar a otras personas para que acepten la ayuda que les ofrece el Gobierno Municipal”, expresó González Reyes.
Señaló que las personas en situación de movilidad que provienen de Venezuela, están a la expectativa de que el próximo 21 de diciembre el gobierno de Estados Unidos anuncie el término del Título 42, para poder solicitar el asilo político.
El título 42 es una medida de salud pública que permite a agentes de inmigración puedan deportar de Estados Unidos a las personas que entran por la frontera proveniente de otros países y que quieren solicitar asilo político. En el caso actual, para prevenir contagios de Covid-19.
Esta medida permite la “deportación expedita”, es decir, la deportación rápida e inmediata, lo que hace que los inmigrantes sean deportados sin ni siquiera ver a un juez de inmigración.
Juárez Hoy