Con el objetivo de promover una vida sexual plena, protegida, placentera y libre de violencias, el área de Prevención del Instituto Municipal de las Mujeres (IMM) imparte charlas sobre Derechos Sexuales y Reproductivos y la práctica del Sexting, donde a través de espacios educativos, comunitarios y centros de trabajo, promueve el disfrute pleno de la sexualidad y el respeto a los derechos humanos.
Durante las pláticas que se otorgan se da a conocer que los derechos sexuales y reproductivos son una respuesta a las distintas necesidades humanas en torno a la sexualidad; su disfrute pleno es fundamental para la salud, el bienestar físico, mental y social.
De acuerdo con el Diccionario de Género creado por el Instituto Municipal de las Mujeres, el Sexting es una práctica sexual voluntaria y consensuada que consiste en enviar a otra persona mensajes personales, fotos, videos y audios con contenido erótico o sexualmente explícito a través de redes sociodigitales, aplicaciones de mensajería digital, correos electrónicos u otras herramientas de comunicación.
Es común que esta práctica se confunda con un delito, por ello es importante identificar la diferencia entre una y otra. El Sexting es una práctica sexual con el consentimiento de las personas involucradas. Esta práctica puede desencadenar una expresión de violencia sexual digital cuando la persona que recibe o tiene acceso a esta información hace uso indebido de ella; es decir, la revela o difunde sin el previo consentimiento de la persona que la envía, o bien, amenaza con hacerlo. De este modo, se constituye el Delito Contra la Intimidad Sexual.
Hasta mayo 2023, el Banco Nacional de Datos e Información sobre Casos de Violencia contra las Mujeres contabilizó al menos 2 mil 515 casos de violencia digital, ejercida principalmente por las exparejas de las víctimas.
Al respecto, Elvira Urrutia Castro, directora general del Instituto Municipal de las Mujeres, comentó que en el sexting, como en cualquier otra práctica sexual, lo más importante es dar y recibir consentimiento; en ausencia de éste, el intercambio de contenido erótico sexual podría considerarse un delito y, por lo tanto, vulnera el derecho a la privacidad y la intimidad, así como a vivir una vida libre de violencia.
El consentimiento es un acuerdo activo sobre determinada situación y condición o condiciones que debe ser respetado en todo momento. Dicho concepto está conformado por cinco componentes: libre de violencia, es decir, sin presión, chantaje y en un estado físico y mental lúcido; deseado e informado, las partes implicadas están al tanto de lo que sucederá y acceden afirmativamente; es otorgado para prácticas específicas y concretas y; sobre todo, debe ser reversible en cualquier momento sin sufrir consecuencias.
Por ello, a fin de prevenir la violencia sexual digital y promover el pleno ejercicio de la sexualidad, de manera libre, autónoma e informada, el Instituto brinda algunos “Consejos para tu seguridad digital”, entre ellas: usar contraseñas seguras con caracteres alfanuméricos y especiales, evitar aplicaciones comunes y redes abiertas de wifi al momento de compartir contenido; al compartir este tipo de imágenes es importante que no se muestre el rostro o señas particulares de la persona emisora.
