Debido a la pandemia que se vive actualmente por el Covid-19, muchas personas han olvidado que hay otros cuidados a la salud que no deben dejarse de lado y entre ellos se encuentra seguir con el plan de vacunación para los niños y con los cuidados para los adultos mayores, quienes integran uno de los grupos de riesgo de fallecer por influenza.
Según explica el doctor Felipe Aguilar Ituarte, pediatra infectólogo, la temporada de influenza aún está vigente y por eso hace un llamado a la población para que acuda a ponerse la vacuna.
Afección mortal
“A lo largo de la historia de la humanidad se le conoce a la Influenza como una de las principales causas de muerte relacionadas con enfermedades respiratorias. Si la comparamos con otros patógenos que afectan el tracto respiratorio, esta es una de las que va a colocar un número importante en las estadísticas”, destaca el pediatra.
Aun cuando el tema que parece ocupar la atención de autoridades y población es el Covid-19, no se puede dejar de lado que en México hay toda una estrategia de prevención a través de la vacunación a los grupos de riesgo y por eso, explica que “es muy importante que no olvidemos que existe una enfermedad que es fatal como el resto del SARS, pero para la cual tenemos una vacuna que es altamente efectiva”.
Los grupos de riesgo
Todos los niños que tienen menos de 5 años, como parte de un esquema nacional de vacunación y de una política a todos niveles en México, reciben esta vacuna en virtud de que es el grupo más vulnerable a presentar complicaciones.
“Algo que no tenemos que perder de vista es que cualquier persona que viva en este o en otro país puede tener influenza. A todos nos puede dar influenza, pero lo importante es saber reconocer dentro de la población cuáles son los grupos prioritarios para vacunarse”, explica el pediatra.
Precisamente, esos grupos vulnerables lo integran los niños menores de cinco años, los adultos mayores de 60 y todos aquellos que estando en estos grupos presenten diabetes, hipertensión, obesidad en algún grado, bronquitis, enfisema pulmonar, pacientes con inmunodeficiencia o quienes se encuentren en tratamientos con medicamentos que disminuyen la capacidad de su sistema inmunológico como los que reciben tratamiento para el cáncer o pacientes que tienen artritis o lupus y las mujeres embarazadas, que son quienes pueden tener un mayor riesgo de presentar desenlaces como hospitalización y muerte”, detalla el médico.
Agrega que “muchas personas piensan que la vacuna les va a prevenir contra el virus de la influenza, pero lo importante a tener en cuenta es que yo recibo la vacuna no para evitar que me dé influenza, sino para que si me da no termine en el hospital o el cementerio”.
Es por eso importante resaltar que la vacuna debe aplicarse cada año antes del inicio de la temporada de mayor circulación del virus. Como explica el doctor Aguilar Ituarte, “en febrero la OMS emite la recomendación para la composición de la vacuna para que se fabrique entre febrero y septiembre e iniciar la vacunación masiva entre octubre y mayo, que es el periodo que se conoce como de mayor circulación del virus, aunque el virus circula todo el año”.
Eso quiere decir que el mes que transcurre se encuentra dentro de este periodo y por ello la vacuna aún puede aplicarse.
“Hago hincapié en las mujeres embarazadas porque ellas tienen un riesgo muy importante, pues en caso de tener influenza, la posibilidad de terminar hospitalizadas es cuatro veces mayor que las mujeres no embarazadas”, agrega el galeno.
“Todos somos candidatos a recibir la vacuna, a excepción de los niños menores de seis meses porque en este momento no existe una vacuna indicada para este grupo de edad y por eso la forma de proteger a estos bebés es vacunando a la mamá, porque así los estamos protegiendo a ambos”.
Una leyenda urbana
No es cierto que si una persona tiene gripa o tos no debe ponerse la vacuna. “Hay contraindicaciones absolutas y contraindicaciones relativas y la única absoluta en el caso de la vacunación es que exista un antecedente de choque anafiláctico, que es una condición que pone en peligro mi vida y por eso no me debo poner esa vacuna el resto de mi vida. El decir que no se puede vacunar una persona que tenga un poco de catarro o está tomando antibiótico es un pensamiento de la población en general y a veces de algunos profesionales de la salud para postergar la vacunación”.
Destaca el pediatra que “la vacuna que se pone en México contiene un fragmento muy pequeñito del virus altamente purificado y procesado que permite generar una respuesta inmunológica en quien la recibe, así que es imposible que le dé influenza por la vacuna. Lo que llega a suceder es que existen periodos de incubación del virus de la influenza o de otros microorganismos que suceden justo antes de recibir la vacuna y por eso el paciente relaciona que se ha enfermado por la vacuna”.
En la temporada 2018-2019 hubo aproximadamente 848 defunciones por influenza en el país, de ellos el 80% tenían una condición subyacente como diabetes, hipertensión, obesidad, tabaquismo o embarazo, pero lo que no debe perderse de vista es que en México, más del 95 por ciento de personas que fallece por influenza no habían recibido la vacuna, de ahí la importancia de no dejar pasar la oportunidad para vacunarse.