Dr. Omar Bazán Flores.- Rumbo a la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30), que se celebrará en noviembre de 2025 en Belém (Brasil), quiero resaltar la importancia de trabajar desde nuestra trinchera contra la crisis climática.
Me resulta alentador ver cómo, desde distintos frentes, comienzan a surgir esfuerzos de colaboración entre sociedad civil, sector privado, academia y gobierno en México.
Hace unos días, recibí una invitación por parte del Centro Mexicano de Ecología Industrial (CMEI) para ver en una serie de webinarios sobre sostenibilidad corporativa.
Lo interesante es que esta iniciativa está respaldada por instituciones empresariales como Coparmex, Canacintra, Canainca; así como por entidades del sector público y universidades. En conjunto, buscan poner sobre la mesa un enfoque centrado en la circularidad y medioambiente.
El lanzamiento de los webinarios está programado para el 5 de septiembre, fecha que considero prudente para establecer un plan de acción alineado con las expectativas internacionales rumbo a Belém.
CMEI sostiene que nuestro país ha impulsado el trabajo colaborativo y articulado entre los países que conforman la Región de América Latina. Muestra de ello, es que la titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena, ha manifestado en diversos foros y oportunidades, el compromiso de México en relación con cambio climático, economía circular y el desarrollo sostenible.
Por ejemplo, durante su participación en el Foro Económico Mundial, reafirmó el compromiso de México con la economía circular y la lucha contra la contaminación como temas clave para mitigar el daño ambiental. Asimismo, afirmó que es fundamental incentivar el uso de materiales reciclados y fomentar inversiones en la economía circular para contrarrestar esta problemática.
Por otro lado, México fue sede esta semana de la “Primera Reunión Ministerial para la Implementación de una Acción Climática Regional”, que contó con la participación de autoridades de 22 países de América Latina. Esta reunión fue convocada por la SEMARNAT, con la intención de impulsar un diálogo regional en materia de acción climática
Adicionalmente, México está llevando a cabo el proceso de actualización de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC, en inglés), que establecen los compromisos que cada país se ha autoimpuesto para reducir sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y para promover medidas de adaptación que mejoren su capacidad de resiliencia y reduzcan vulnerabilidades; esto es indicativo, pero necesitamos ser más constantes.
Un poco de contexto
Desde 1994, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) ha sido la base para los acuerdos climáticos globales, incluyendo el Protocolo de Kioto (1997) y el Acuerdo de París (2015).
Las Conferencias de las Partes (COP) son el foro donde los países evalúan su progreso y trazan nuevas metas. En 2024, la COP29 se celebró en Bakú (Azerbaiyán) y en 2025 será el turno de América Latina con la COP30 en Brasil.
Como región, tenemos una oportunidad única de mostrar liderazgo. Pero ese liderazgo no se construye solo desde los discursos oficiales, sino también desde las acciones cotidianas, las alianzas estratégicas y la voluntad compartida de transformar nuestros modelos de producción y consumo.