Se debe hacer un llamado y exhorto urgente al Gobierno Federal para que no obstaculice la importación legal de combustibles y expresar la seria preocupación por la reciente clausura de terminales privadas de almacenamiento
Dip. Omar Bazán Flores.- El aumento a la gasolina, diésel, gasóleo y gas LP en Chihuahua y en todo el país está alarmando a la población; por eso, hace unos días presenté un punto de acuerdo con el que solicito al Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Energía, así como a Petróleos Mexicanos y la Comisión Reguladora de Energía, que se apliquen las estrategias necesarias para evitar el desabasto y garantizar que no siga aumentando el precio de los combustibles.
En el documento presentado en el Congreso del Estado, se asienta que el pasado 24 de febrero comenzó la guerra de Rusia contra Ucrania, lo que ha generado en el mercado una variabilidad sin precedentes y una fuerte subida de los precios de numerosas materias primas.
Incluso, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otras organizaciones han advertido que la guerra puede tener un gran impacto en el suministro mundial de alimentos, en especial en las naciones más necesitadas.
El precio de la gasolina ha marcado desde el 1 de marzo del presente año, su quinto récord consecutivo en plena invasión de Rusia sobre Ucrania, un conflicto que ha provocado que el petróleo Brent, el de referencia en Europa, haya alcanzado su precio más alto desde 2013.
Creo que es aquí donde se vislumbra un panorama muy complicado para los chihuahuenses y para todo el país, debido a que casi el 50% del precio final de la gasolina depende del precio internacional del crudo, que durante estos días ha superado el umbral de los 100 dólares por barril.
El pasado 4 de marzo la Secretaría de Hacienda federal anunció nuevos estímulos fiscales complementarios para controlar las alzas de precios a las gasolinas, y que entrarán en operación como un decreto presidencial cuando el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), no sea suficiente para mantener el alza de precios de esos combustibles iguales a la inflación.
Otro punto que creo es preocupante, es que se han presentado clausuras a terminales privadas de almacenamiento, situación que limita la importación del combustible para actividades básicas como el transporte púbico, la distribución de productos alimenticios y mercancías.
Se debe hacer un llamado y exhorto urgente al Gobierno Federal para que no obstaculice la importación legal de combustibles y expresar la seria preocupación por la reciente clausura de terminales privadas de almacenamiento en distintos estados de la República Mexicana.
“Estas suspensiones a empresas que operan totalmente dentro del marco legal vigente, obstaculizan la importación de gasolinas para proteger artificialmente a Petróleos Mexicanos (Pemex), en detrimento de las inversiones privadas realizadas en los últimos años”, señaló el organismo cúpula.
