Raúl Ruiz.- Ya tengo mucho que no juego golf. Desde antes de la pandemia. Si todo sale bien y las cosas marchan de acuerdo a los propósitos de año nuevo, para la primavera podría echarme una ronda, aunque fuera de nueve hoyos. Aún no estoy al cien con mi pierna trombótica, pero con los cuidados que tengo, lo lograré.
Esta ansiedad, se ha transformado en una fijación, al grado de provocarme sueños extraños donde el golf aparece en el ensueño matutino. Casi siempre al amanecer. Son como flashazos.
De repente un swing muy potente; o un tiro desde la trampa de arena con el bastón de 36°. O un mal tiro de aproach que se pasa del otro lado del green.
Pero la madrugada de ayer fue diferente. Me aventé un largo y extraño sueño en el que aparecen varios personajes del entorno político en una exótica ronda que sólo mi perturbada cabecita podría imaginar.
De entrada, por alguna razón estaba tocando yo en una gruesa puerta de acero, como la que está en Tetolandia. El que no la haya conocido nunca sabrá de qué hablo.
Sale un guardia y le digo:
– Hola, soy invitado de Juan Muñoz.
Me abre el uniformado, y paso. Se abre una segunda puerta de hierro y una extraña iluminación me encandila. El sol del amanecer es incandescente y me lastima los ojos. Una voz me recibe.
– Hola Raúl, pásale, eres el primero en llegar. No tardan los demás. Bienvenido a LongShot, mi versión personal de campo de golf. Es Juan Muñoz. Y nos dimos un abrazo y vi un largo campo donde sólo había el fairway. Ni una curvita, mucho menos una “pata de perro”.
Una calle recta, con pasto muy verde. Y en los laterales, un espeso rough o acotamiento, con gran variedad de flores. Y una barda de adoquines muy sólida.
– Aquí nomás se juegan seis hoyos, mi rul.
– Achis, ¿y por qué? Pregunté.
– Porque se me antojó que el golf fuera el pretexto para el party.
Y como a todos nos gusta el buen vino, hubimos de construir Longshot con estas características. (Nótese que el léxico es muy fronterizo, casi espanglish)
En cada hoyo hay una degustación, un maridaje, para lo cual, me permití invitar a dos extraordinarios someliers que tú conoces: Víctor Espinosa y Guillermo Soria.
– Quiúbole Raúl, me saludaron.
En eso se abre la puerta y entran Raúl García Ruiz, Daniel Murguía y Thor Salayandía. Un par de meseros ofrecieron café y Víctor Espinosa comentó:
– Hay mimosas también, con el espumoso Nicole de Cava Quintanilla. De allá de tu tierra potosina. Excelente para abrir la mañana.
Raúl García le entregó a Juan una canasta con una variedad de quesos. Resaltaban el Gouda y el Blue chesse.
Daniel dijo, yo traje pan brioche para acompañar y tortillas de harina, por si se antojan unas kekas.
Thor traía una pierna de jamón serrano que rápidamente se comenzó a filetear para hacerla llegar a las estaciones asentadas cerca de los greens de los seis hoyos.
Se volvió a abrir la puerta y entraron Sergio Nevárez y Carlos Ortiz. Sergio trae handicap de 8 y es el que juega mejor de los que aparecen en esta extraña reunión.
Nos bebimos un café y ya a punto de escuchar el “escopetazo”, o sea, la señal para abrir el juego, le pregunto a Juan… Y qué, ¿algún proyecto para el 27 por MC?
– Qué bueno que preguntas. Eso me da pie para hacer un par de acotaciones. Debo decirles amigos, que ando fuera del tema político. Por lo pronto me desempeño en el área financiera como RRPP del banco BANKAOOL, y si quieren, vamos platicando de eso mientras jugamos golf.
Hay dos reglas para hoy.
1. No se habla de política durante el match.
2. Sólo se juega con tres bastones. El Driver, el 5 de maderas y el putter.
Hay dos trampas de arena y una de agua.
Los hoyos 1, 3 y 5 son par 2 y los hoyos 2, 4 y 6, serán par 3.
El sueño transcurrió como en cámara lenta, todos con un swing impresionante de salida. En el hoyo 4 se incorpora Alejandro Pérez Cuéllar y entre abrazos y bromillas tipo bullying, que le tiran estos compas, comenta:
– Sí, me retrasé un poco porque anduve en mi programa de reforestación, la siembra de arbolitos apenas va a la mitad. Y tuve que hacer una llamada, pues como saben, soy el presidente de la comisión de…
– Eit, eit, eit. Lo acotó Carlos Ortiz. Prohibido hablar de política en LongShot. Reglas del organizador.
Durante la caminata, la charla entre amigos y la degustación de los vinos de la casa, Casa Establo, por cierto, el somelier Espinosa comentaba: Se han estado degustando estos vinos de Casa Establo:
Alma de Serpiente (Cosecha 2017)
Ensamble Shiraz – Cabernet Franc – Merlot – Malbec
Tierra de Sol (Cosecha 2018)
Cabernet Sauvignon – Petit Verdot y Tempranillo.
Nadie hablaba de política. Thor se abstuvo de promover su ya afamada iniciativa sobre Proveeduría. A pesar de que Daniel se había comprometido un día a impulsarla, no le reclamó.
Raúl García no soltó prenda de cuál sería su estrategia para recaudar lana y no aparecer como el ogro azul ante los aldeanos.
A Sergio Nevárez y Carlos Ortiz se les quemaban las habas por intercambiar estrategias para arrancar programas de atracción política rumbo a las elecciones del 27, pero respetaron las reglas de LongShot.
En el hoyo 5, había carnitas, chicharrón, guacamole y cerveza helada.
Daniel dijo, ¿alguien trajo un tequilita? Y Guillermo Soria aprovechó para destapar un tequila muy sabroso, llamado Amatiteña.
Mientras lo degustamos y nos preparábamos unos tacos con tortillas recién hechas, nos ilustró:
El nombre de Amatiteña proviene del poblado de Amatitán, Jalisco, “La cuna del Tequila”.
Tequila blanco 100% agave, propio de casa, producido en el estado de Jalisco; cosechado hasta su madurez con el método tradicional de jima, seleccionando siempre La mejor cosecha.
Emprendemos nuestro proceso con el cocimiento a fuego lento, conservando así los sabores suaves y dulces del agave para continuar con la extracción de jugos y mieles del agave en el proceso de molienda con tahona, donde suavemente extraemos el jugo sin estresar la fibra del agave.
Fermentación etapa natural donde levaduras salvajes se encargan de transformar las mieles del agave en alcohol, finalizamos con la destilación en originales alambiques de cobre y geometría de olla, donde a fuego destilamos lentamente nuestro tequila, logrando un destilado exquisito.
Nomamespancho, casi me despierto.
En el hoyo 6. Los del grupo Norawa. Toño Andreu, Roberto Barraza, Jaimito Flores, Martínez, estaban haciendo chicharrones y en una explanada más abajo entre las arboledas, los alcaldes de la Asociación de Autoridades Municipales saludaron de lejos, mientras preparaban carne asada.
No sé cómo ocurre este fenómeno en el letargo de la ensoñación, que cuando tienes frío te despiertas y tienes que ir a descargar la vejiga.
La imagen comenzó a hacerse borrosa. Ya no supe qué pasó con los jugadores y me quedé con la frustración de no poderles hacer una entrevista. Les haré la propuesta para hacer Cartapacio DLX.
Hoy amanecí más turbado que ayer.
Vámonos a trabajar.