PUERTO PRÍNCIPE- Cientos de haitianos salieron a las calles de la capital de la nación caribeña, Puerto Príncipe, para exigir que fueran devueltos los cuerpos de los uniformados asesinados por bandas criminales. La protesta estuvo acompañada de disparos y gritos de indignación.
El 16 de marzo miembros de la Policía de Haití, que forman parte del grupo élite conocido como Fantom 509, organizaron una marcha para reclamar la devolución de los cadáveres.
Tres días antes, cinco policías murieron y ocho resultaron heridos en un operativo policial contra bandas delictivas en el distrito de Village de Dieu, en el suroeste de Haití.
Los cuerpos de los agentes fallecidos fueron arrastrados por la calle mientras eran golpeados por los delincuentes, que se apoderaron de varios vehículos policiales.
El jefe de la pandilla Village de Dieu, identificado como Izo, divulgó un mensaje en una grabación de voz donde asegura que se efectuó un funeral para los policías y que eligió quedarse con los cadáveres por “razones místicas”.
El 15 de marzo, el oficial haitiano Lionel Lazarre acusó públicamente a un inspector de Policía de ser el responsable de la muerte de sus compañeros y de conducirlos “intencionalmente” al lugar donde fueron asesinados.
La criminalidad y las pandillas desataron una espiral de violencia en Haití, país sacudido desde febrero de 2019 por recurrentes protestas que reclaman la renuncia del presidente Jovenel Moïse y el cese de la inseguridad.
Sputnik