En 2019 y a través de un desgarrador vídeo en Instagram, Melissa Benoist, protagonista de ‘Supergirl’, desvelaba haber sufrido malos tratos por parte de su exmarido, el también actor Blake Jenner, aunque ella entonces no desveló su identidad: “Soy una superviviente de violencia doméstica”.
En la publicación de 14 minutos Benoist describía sus ataques de celos cuando tenía que hacer escenas románticas, cómo le obligaba a cambiarse de ropa o rechazar papeles y las palizas con bofetadas, puñetazos y todo tipo de golpes. También la vergüenza y la culpa. Lo compartió porque ella pudo salir y con la esperanza de que sus palabras ayudasen a otras mujeres a hacerlo. También para concienciar de una realidad que en lo que va de 2020 se ha llevado la vida de 34 mujeres en España, contando solo los datos oficiales y sin tener en cuenta los estragos que deja en las víctimas la manipulación emocional y los abusos físicos.
Ahora Jenner, el que fuese su compañero en ‘Glee’ y pareja durante al menos cuatro años, ha usado la misma red social para emitir un comunicado de disculpa (sin pie de foto ni permitir comentarios) en el que dice “asumir toda la responsabilidad” de sus acciones.
Es la primera publicación que hace desde noviembre de 2019 y dice que lleva 11 meses pensando qué decir: “A lo largo de ese tiempo he reflexionado sobre un período de mi vida que antes había mantenido en la oscuridad por vergüenza y miedo, pero sé que esto es algo que debe abordarse, no solo públicamente, sino en privado con la persona directamente afectada y conmigo mismo”, comienza diciendo el texto y sigue para reconocer haberle lanzado un teléfono a la cara que le causó un cambio permanente en la visión de un ojo.
Él tampoco menciona el nombre de Benoist, pero los episodios que narra son idénticos a los que compartió ella, como el del iPhone, y aunque dice que asume “plena responsabilidad por el el dolor que causé durante mi relación con mi pareja anterior, emocional, mental y, sí, físicamente”, también apostilla que “hubo abuso infligido desde ambos extremos”. Dice que aunque fueron a terapia junto no pudieron salir del ciclo tóxico y asegura que las “falsas ideas de virilidad y masculinidad” son las que le llevaron a actuar con violencia, además de culpar a una carga compartida de traumas en su infancia.
