Inicio País Estrategia CAMALEÓN: Campaña de concientización sobre el Infarto Cerebral

Estrategia CAMALEÓN: Campaña de concientización sobre el Infarto Cerebral

Debido a la pandemia del Covid-19, muchos pacientes dejaron de acudir a los hospitales por miedo a los contagios, lo cual ha permitido que otros padecimientos incrementen su incidencia, no solo en México sino en el mundo. La enfermedad cerebrovascular es una de esas afectaciones a la salud que se ha visto incrementada, motivo por el cual se creó la Estrategia Camaleón, la cual busca dar a conocer los síntomas y concientizar a los pacientes acerca de la importancia de una atención médica oportuna.

En entrevista el Dr. Jesús Ramón Lozano Saucedo comenta que si se hiciera una revisión de las defunciones en México, seguramente se encontraría un incremento en las muertes por enfermedad cerebrovascular. “Primero, la gente tenía miedo de ir y segundo, los médicos empezaron a apuntar todas sus baterías a la atención de la pandemia en todos los servicios de salud del mundo; sin embargo, una de las complicaciones del Covid-19 es la trombosis y ésta puede darse a nivel cardiaco o a nivel cerebral, por lo que nos ha tocado ver pacientes con infarto cerebral posterior o durante el Covid”, detalla.

La enfermedad cerebrovascular

Tenemos enfermedades cardiovasculares, dentro de las cuales se encuentran la enfermedad cerebral y la enfermedad cardiaca como tal; mientras que de la enfermedad cerebrovascular se desprenden dos tipos: enfermedad vascular cerebral por isquemia (infarto) y la enfermedad vascular cerebral por hemorragia y luego vendría la enfermedad por infarto agudo al miocardio.

La mayoría de la gente confunde las tres y no define cuál es el alcance de cada una de ellas. El problema radica en que se le resta importancia a una u otra, pero lo cierto es que la enfermedad cerebrovascular es una enfermedad creciente y un gran problema de salud en países que viven transiciones epidemiológicas como México.

“Estamos cambiando nuestra forma de movernos, de caminar, de vivir la vida, con un acelere un poquito mayor que deriva en el desarrollo de enfermedades cronicodegenerativas como la hipertensión y la diabetes que nos llevan a este tipo de problemas”, explica el doctor Jesús Lozano.

Estrategia CAMALEÓN

Precisamente para ayudar a los mexicanos a diferenciar el infarto cerebral de las otras enfermedades con las que puede confundirse, la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia y Emir Pabón (vocalista de Grupo Cañaveral) suman esfuerzos en la Estrategia CAMALEÓN para sensibilizar sobre el infarto cerebral, en la cual se muestra un paciente que tiene un déficit cerebral agudo que se presenta de pronto cuando la persona ha vivido de una manera ordinariamente normal, sin ninguna clase de limitaciones.

“CAMALEÓN es una estrategia de detección temprana y atención pronta para mejorar los resultados a través de una serie de pasos muy sencillos, como ver la Cara (CA) que sufre cambios y viene una parálisis facial; la MA es la Mano, que se detecta cuando el paciente tiene dificultad para mover su mano o pierde la fuerza de un lado; LE es la Lengua, que se detecta porque el paciente tiene dificultad para articular palabras y aunque hace el intento, no logra conseguirlo; finalmente ON hace referencia a encender (ON) o buscar una rápida AtenciÓN, es decir, buscar una ambulancia para llevarlo rápidamente a un hospital donde pueda recibir una atención pronta”, detalla.

Enfatiza el Dr. Lozano la importancia de la atención pronta, ya que de ella depende la recuperación del paciente. “Tenemos cuatro horas y media para darle a ese paciente una ventana terapéutica de la mejor forma posible. Con la estrategia buscamos hacer conscientes a nuestros ciudadanos de una pronta atención del paciente con una detección temprana y un traslado oportuno al hospital”.

“En esas cuatro horas y media se realiza un panel de laboratorio simple con biometría para ver si el paciente está anémico, una química sanguínea para revisar los niveles de azúcar y la función renal, unos electrolitos séricos para revisar cómo están el sodio y el potasio. Todo esto se hace para descartar que no vaya a haber otro origen, pero el principal estudio que se realiza es la tomografía simple para ver si no hay una hemorragia o un infarto. Después de la tomografía, en ese mismo lapso se debe realizar una resonancia magnética para visualizar la zona que está siendo lesionada por el coágulo. También se debe estabilizar al paciente metabólicamente e iniciar su manejo”, explica el médico.

De ahí que se haya creado esta estrategia que se basa en la educación del paciente y de su familia, es decir, de la población en general, para detectar los síntomas y actuar de manera rápida.

Destaca el médico que es importante hacer una revisión de antecedentes familiares porque si los hay existe una posibilidad mayor de que se vuelva a presentar este tipo de patrón.

No confundir con parálisis facial

Dado que en la frontera norte, especialmente en Ciudad Juárez, existe una relativamente alta incidencia de parálisis facial, explica el doctor que para diferenciarla del infarto cerebral es importante tomar en cuenta los otros aspectos que componen la Estrategia CAMALEÓN.

“Cuando el paciente presenta la parálisis facial porque ha tenido contacto con un cambio climático agudo y que lo más probable es que sea debido a un trastorno viral, lo fundamental es relacionarlo rápidamente con esa exploración para ver cómo están su lengua, su mano y sus movimientos que son los elementos que nos van a indicar si se trata de una enfermedad cerebrovascular de tipo infarto o con una simple parálisis facial; sin embargo, sí es importante ir al médico porque puede iniciar de esa manera y después puede desarrollarlo”, detalla el entrevistado.

Agrega que es importante también tomar en cuenta la edad del paciente, ya que quienes tienen más de 65 años pueden presentar con más frecuencia un cuadro de enfermedad cerebral vascular, a diferencia de los jóvenes que podrían presentar principalmente un cuadro de parálisis facial. Sin embargo, últimamente se han incrementado los casos en personas entre los 50 y los 65 años que tienen descontrolados algunos otros padecimientos.

Efectos pueden revertirse

¿Son irreversibles los efectos? Al respecto, el doctor explica que no, pues se han visto muy buenos resultados con los nuevos tratamientos disponibles, siempre destacando la importancia de una detección temprana.

“Actualmente contamos con fármacos en los stocks de los hospitales que permiten que el paciente sea manejado rápidamente y se revierta la trombosis del infarto cerebral. Para ello se han formado equipos en los que hay radiólogos, intensivistas, neurólogos, neurocirujanos y urgenciólogos que se encargan de hacer una detección temprana del cuadro y detectar si el paciente es o no candidato a trombólisis y de ser así, atenderlo dentro de esas cuatro horas y media para mejorar el resultado”, detalla el doctor Lozano Saucedo.

Agrega que también para estos casos se puede aplicar un cateterismo, que es un neurointervencionismo al paciente realizado por un especialista a través del cual se puede remover el trombo en el área donde está.

“La enfermedad cerebral vascular se ha subido del sexto al cuarto lugar en tasa de mortalidad en México, mientras que se ha ido al segundo lugar entre las enfermedades cardiovasculares, detrás del infarto. Es muy importante saberlo porque la tasa de enfermedad cerebro vascular en México se ubica en 28.4 pacientes por cada 100 mil habitantes. Es decir, cada minuto uno de cuatro pacientes está presentando una enfermedad de este tipo en el mundo”.

Las cifras indican que en México cada año se registran alrededor de 170 mil casos de infarto cerebral, una cifra realmente alarmante. En el caso particular de Chihuahua, se trata de un estado que presenta muchos cuadros de enfermedad vascular cerebral y aunque se ha ido detectando cada vez más, aún falta mucha difusión para la prevención y para elaborar estrategias en los medios que permitan crear conciencia en los ciudadanos sobre este problema.

Padecimientos frecuente entre los chihuahuenses y los mexicanos, como hipertensión, colesterol obesidad o diabetes, entre otros, encienden las alertas sobre el riesgo de padecer enfermedades cerebrovasculares.

“Aquí hay varias cuestiones, como la Personalidad Tipo A, que se refiere a pacientes que tienen problemas económicos o que viven bajo estrés, lo que hace que si el paciente es diabético, hipertenso y tiene algún problema de obesidad mórbida, es obvio que se va a complicar aún más o genera un mayor riesgo, por eso es importante llevar al paciente a hacer ejercicio, llevar una dieta adecuada, a consumir frutas y verduras que les ayuden a mantener el equilibrio metabólico, lo que permitirá una disminución considerable del riesgo incluso hasta de un 50 por ciento”, resalta el Dr. Lozano.

Señales previas

Aunque señala el Dr. Lozano que la mayoría de las veces los síntomas aparecen de manera repentina, en algunas ocasiones aparecen otras señales de alerta como mareos, visión borrosa, dolor de cabeza, náusea o vómito, entre otras que pueden confundirse con infecciones u otro tipo de problemas.

“Una vez que se presenta el cuadro de tipo cerebral, es muy claro el cambio a nivel de Cara, Mano y Lengua. En el cuadro de la enfermedad vascular isquémica, los síntomas aparecen de inmediato, en el momento; en el caso de la hemorragia cerebral sí podría presentarse un dolor de cabeza que esté ahí molesto originado por un sangrado que solo se detecta cuando se llega a la tomografía”, detalla.

Respecto a la atención médica, señala que son pacientes que llegan a los hospitales en código rojo y que rápidamente son ingresados a salas de choque porque tienen riesgo en algún órgano o en alguna función. Los costos pueden ser altos si no se cuenta con algún servicio médico o si por desconocimiento el paciente ingresa a un hospital privado. Para dar un ejemplo, el precio de la ampolleta, por sí sola, puede llegar a los 16 a 18 mil pesos. Si a eso se suman los servicios de los médicos especialistas, el costo en un hospital privado puede llegar hasta los 200 mil pesos.

Es por eso que es importante que la gente sepa que siempre puede acudir a hospitales públicos y ser atendidos por el Insabi, que no hace ninguna clase de limitación y funciona igual que el seguro popular en cuestiones de derechohabiencia. “El problema es que existe desconocimiento del proceso porque ahora todos los mexicanos tienen derecho a entrar a las salas médicas sin ninguna clase de problema porque lo realmente importante es valorar al paciente. La gente ahora cree que no tiene ningún tipo de servicio, pero el Insabi da la apertura para atender a todos los pacientes aunque no tengan ningún servicio médico o no estén registrados en él”, finaliza el Dr. Jesús Lozano.

Dr. Jesús Ramón Lozano Saucedo

(*) El Dr. Jesús Ramón Lozano Saucedo es médico cirujano egresado de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Chihuahua. Cuenta con una especialidad en Urgencias Médico Quirúrgicas y es fundador y presidente del Colegio Chihuahuense de Urgencias y vicepresidente del Colegio de Médicos de Chihuahua.