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Es tiempo de despertar (1/3)

Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- La frustración y los complejos de un niño se reflejan en la adultez, si a eso le suma una secuencia de fracasos en todo lo emprendido, tenemos una persona dispuesta a vengarse contra todos y contra todo por lo que cree que la vida le debe. Ese es el presidente que hoy tenemos.

La sociedad mexicana sigue en busca de un caudillo que resuelva los problemas sociales, por eso hemos tenido y tenemos gobiernos que nos han mentido, robado y hundido en la peor de las miserias, hoy estamos peor, el número de pobres crece cada día.

Debemos entender que no existe un hombre con varita mágica y ese tipo de soluciones, que la solución de los problemas del país está en las decisiones que cada familia toma en el día a día, tanto la mamá como el papá; es a nosotros a quienes nos toca resolver los problemas, no a un presidente, no a un líder, tampoco a un caudillo.

La historia nos ha demostrado que desde que somos un país independiente nadie ha podido resolver la problemática social de nuestro país, por más buenos o malos gobernantes que hayamos tenido, incluidos los héroes de la patria.

Ya es tiempo de despertar y darnos cuenta que desde 1821 al culminar la Independencia esperamos un milagro, cuando somos nosotros quienes tenemos que construirlo; claro que hay un Dios, yo creo en Él, pero ese Dios nos ayuda en la medida en que nos apliquemos a conseguir nuestros anhelos.

Los milagros no se piden, ni se esperan en casa, hay que darle duro a diario a lo que cada quien sabe hacer para conseguir esos milagros. Hay muchos millones de mexicanos que han conseguido alcanzar sus sueños y no tenemos razón para dudar de que todos también podemos.

Basta de seguir esperando, basta de apostar por caudillos mentirosos surgidos de los partidos políticos o de movimientos que solo piensan en ellos y sus camarillas, en esos partidos (disminuidos) sus dirigentes hoy están más preocupados por no perder lo que les queda, sin darse cuenta de que los dejan hacer lo que quiere y le da su gana, se ocupan de sí mismos, más que por hacer algo real en favor de su país, por sus simpatizantes o afiliados, menos lo harán por la sociedad en general.

Así que no hay más que hacerlo nosotros mismos. Si López Obrador nos falla, como nos han fallado casi todos, y digo casi porque hay uno que otro que realmente hizo o hace muchos esfuerzos, hay gente buena, a los que por supuesto, no les alcanzó, o no les alcanza, pero que se salvan del inevitable juicio social y de la historia.

Insisto, ya es tiempo de entender que nadie hará, ni puede, por más que quiera, hacer lo que nos toca a nosotros, cada quien desde su trinchera, pero a la vez, unidos en un propósito: elegir de entre los ciudadanos, ya no entre políticos desprestigiados, a los gobernantes.

¿Qué más podemos perder? Ya se lo han llevado casi todo, gozan impunemente de sus fortunas, lo que queda, que no es poco, debemos cuidarlo y defenderlo nosotros. Es cierto, como sociedad estamos hartos, sí, pero hay que hacer la parte que nos toca, no solo ver y lamentarnos o declararnos enojados, molestos o encabronados, porque cada vez hay más miseria y pobreza, sino hacer que las cosas ocurran, que pase lo que nosotros queramos que pase.

El sueño o la esperanza se han esfumado, los hechos nos dicen, nos gritan a diario que nos equivocamos otra vez. Que no hay mesías que valga, que AMLO es uno más en la larga lista de farsantes fracasados en que hemos creído.

Ahora tenemos un Quijote que se lanza contra los molinos de viento (literal). El telón ya bajó, se acabó la farsa, hay que despertar. Lo único que se salva es la pensión universal, lo demás, ¡TODO! es un tiradero y peor de corrupto que todos los anteriores.

Empecemos por decidir lo que nos conviene, si usted está de acuerdo con algo, apóyelo, pero si no está de acuerdo, no se calle, haga lo que corresponde, diga lo que tenga que decir, vuélvase parte de lo que somos como individuos que somos parte de este gran país.

¿Quiere apoyar la revocación de mandato? Hágalo, pero hágalo convencido de que eso está bien. Ahora, si no está de acuerdo con esa consulta, no vaya, no vote o si quiere ir, anule, escriba en la boleta su sentir, manifieste lo que siente, no se haga el desentendido, ni se conforme, eso si decide participar.

La ciudadanía tenemos que organizarnos y darnos un gobierno elegido por mayoría, sí, pero uno elegido de entre nosotros: la sociedad. Los partidos tienen y tendrán tiempo, el que necesiten, para reflexionar y algún día podrían recuperar la confianza de la gente, pero a falta de ellos, no nos crucemos de brazos, hagámoslo nosotros.

López Obrador es capaz de todo, incluso estaría dispuesto a renunciar y darse un baño de pureza, argumentando que la mafia del poder pudo más que él e irse a la Chin… Bueno, a su rancho que así se llama. Prefiere pretender quedar como mártir o hacernos creer que es bueno a toda costa, que admitir que fracasó una vez más como ha fracasado toda su vida, desde niño, desde que jugaba béisbol y dejó a otro niño paralítico de un pelotazo por la espalda, porque les ganó.