Por quinto año consecutivo una ciudad mexicana es la más violenta del mundo. En 2021 esa ciudad mexicana más violenta del mundo fue Zamora, en el estado de Michoacán.
La tasa 196.63 homicidios por cada 100 mil habitantes de esta ciudad es la segunda más alta registrada desde que este ranking se realiza, sólo superada por la tasa de Juárez de 229.06 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2010. Estas elevadas tasas de homicidios sólo se observaron en ciudades como Medellín y Cali, entre finales de los años ochenta e inicios de los noventa, cuando los narcotraficantes escalaron al máximo su guerra contra el Estado colombiano y las matanzas entre facciones rivales.
De las 14 ediciones anuales de este ranking, en 8 la ciudad más violenta del mundo ha sido mexicana (esto es, en los años 2008, 2009, 2010, 2017, 2018, 2019, 2020, y 2021). En 2021 las ocho ciudades más violentas del mundo, fueron todas ellas mexicanas: Zamora, Ciudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Juárez, Ensenada y Uruapan. México es el país con el mayor número de ciudades violentas: 18 de 50. México ya lleva tres años como epicentro mundial de la violencia homicida urbana.
No es una casualidad, sino el resultado de la política de “abrazos, no balazos”, practicada por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, política que consiste en dejar a los grupos criminales en casi absoluta libertad de asesinar, desaparecer personas, extorsionar y robar.
Además de las ciudades incluidas en el ranking, hay otras mexicanas que no llegan a los 300 mil habitantes pero tienen tasas por encima de los 100 homicidios por cada 100 mil habitantes, como es el caso de Fresnillo, Manzanillo, Guaymas y Tecate. Destaca esta urbe con una tasa de 247 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2021.Y todo esto sin considerar el elevado número de desaparecidos en México, registrados sobre todo desde 2007.
En 2021, según datos oficiales, 9,473 personas fueron desaparecidas. Muchas de esas personas fueron privadas de la libertad y luego asesinadas por sicarios de los grupos criminales, aunque sus cadáveres no aparecen.