Raúl Ruiz.- Todos sabemos que los equipos de atracción política más eficaces para ganar votos, son los que tradicionalmente han manejado los priistas y que con el tsunami lopezobradorista del 18, cambiaron de bando.
Sin embargo, en poco tiempo se han venido desgastando y definitivamente no son ya confiables, a menos que e$curra el billete con mexicana alegría, para concretar resultados positivos en las urnas electorales.
Me pasan el norte que los priistas quieren jugar solos por la Alcaldía de Juárez. Que haciendo números (alegres), le andan arrebatando la presidencia a los morenacos en la elección del 24. Esto me lo filtran desde las cloacas más profundas del tricolor. Armadijos que ante las indefiniciones en las élites partidistas, se atan, acá, abajo, para no deslavarse por completo.
Tengo desde que inició el año diciendo que los que pretenden competir para el 24, ¡ya van tarde!, pero se hacen los occisos. Desde estrangia me llega EL NORTE, que Enrique Serrano quiere meterle ruido al chicharrón. “VOY, PORQUE VOY, A LA ALCALDÍA, OTRA VEZ”.
Esta posibilidad se platicó en el cumpleaños de la presidente del CDM, Mireya Porras. Pachangón de órdago en la Quinta Los Morales, sita en Jilotepec y calle Tlaxcala. Cinco horas de mariachi, con menú de ensalada con tocino, rollos de arroz y elote. De postre, pastel de coco, ¡de dos pisos!
Entremezclando el amor con panistas y morenistas. Entre los invitados, Joob Quintín y su asistente; también, Enrique Torres; Héctor Ortiz Orpinel; Karen Mora; y claro, la prima de la festejada, la diputada Adriana Terrazas; Tania Maldonado y esposo; Alma Arredondo; Adriana Fuentes; su fiel escudero, Jorge Gutiérrez Casas; y Jaime Tutú Cano. El resto de los comensales, familia de la festejada con el jolgorio aparte.
Luego que me enteré del guateque y del interés de Enrique Serrano por competir (a quien trataré de entrevistar en exclusiva), estuve contactando a algunos de los operadores profesionales que han manejado estos proyectos electorales, con menudazo, acarreo y pago por voto. Y me dicen que los priistas se volvieron malapaga.
Que Serrano, Supermocken, Aarón Yáñez, Nora Yu , Mireya Porras, Maurilio Fuentes, Jaime Flores, Héctor Lozoya, quedaron mal con sus equipos y que además de quedarles a deber, para compensar, les ofrecieron empleo para cuando ganaran, pero ya sentados en el cargo, se olvidaron de sus promesas. Algunos periodistas confirman tales testimonios, pues también les han quedado a deber servicios informativos.
Estos operadores electorales, me dicen que en esta ocasión, están en conversaciones con otros partidos y candidatos más confiables (Sic) y se irán a participar en esos lares donde probarán mejor suerte.
El manejo de un proyecto territorial, requiere inversión. Los priistas por décadas invirtieron en la famosa torta y el refresco. Luego las ayudas paulatinas de la despensa, la cobija, el costal de cemento, el vestido de la quinceañera.
Hoy, Morena cambia de estrategia y se inventa las becas del Bienestar, la pensión de los 65 y más, etc. Y sus operadores son un ejército al que se le conoce como Los Siervos de la Nación. Me intriga saber cómo será la trifulca entre los contendientes a la Alcaldía por Juárez. ¿De dónde van a echar mano para esa competencia?
Veamos este escenario (no ponga mucha atención en los candidatos que aquí aparecen, ese no es el punto): Supongamos que los priistas se excusan con sus compas azules y avientan por delante a Serrano. Luego, los panistas postulan a Rogelio Loya. Los perredistas a Juan Domíngez y su plan Domont.
Los morenos en pelea interna, supongamos que se deshacen de Cruz Pérez Cuéllar para meter forzado a Juan Carlos Loera. Entonces, Cruz se postula por el PT y quizás se arrope con las bellezas Verdes. (Que de esto saben poco, pero como quiera, es una franquicia más).
Los Naranjas juegan con el Walo Borunda (quien por cierto está trabajando mucho en su imagen personal, por si ‘ocupan’ candidato). El güerito Martínez, no jugaría. Buscaría una “pluri” sin cansarse mucho.
Debo decir que es demasiado escenario para la realidad electoral. Para empezar, la participación ciudadana será muy poca. ¿Cómo llevarlos a votar? La movilización el día D será determinante y la cotización del voto en el mercado negro abrirá a 600 pesos a las ocho de la mañana, pero ya para la una o dos, subirá hasta los 1,200.
En estos menesteres, el que tiene más posibilidades es Cruz Pérez Cuéllar, por el aparato oficial. El trabajo territorial con sus operadores naturales y sus funcionarios más visibles, pero al mismo tiempo más vulnerables se pone a prueba, como el director de Obras Públicas y sus eternos baches; el que se encarga de Limpia y el amigo de Parques y Jardines que, por cierto, se ha estado resbalando mucho: Falta a su trabajo, desatiende la obligación, cruza la frontera para ir de shopping en el vehículo oficial y remata con sus amigotes en el trago arriba de la troca oficial. ¡Nomamespancho!
Enseguida, pondría al equipo de apoyo a Juan Carlos Loera De la Rosa, porque están diario en el campo. Y digo que en segundo lugar, porque aunque son quienes manejan la entrega de tarjetas del Bienestar, no saben de este jale electoral. Si lo supieran, habrían hecho ganar a su patrón en la elección para la gubernatura.
Los panistas están perdidos. Es hora que la oficina a cargo de Óscar Ibáñez no arma un jale de atracción popular. Y si le añades la mala actuación de la JMAS, en la que se echa encima colonias enteras, difícil conseguir votos para los azules.
Los perredistas están construyendo estructura con sus “santuarios”, pero aún son pocas sus mariposas amarillas para llegar robustecidos al 24. Los priistas, atomizados ya, no creo que levanten velas. Sus viejos y colmilludos operadores los abandonaron. Si acaso los reconcilian serán timados. Operarían en contra y se cobrarían a lo chino deudas anteriores.
Se acaba el tiempo y si no apartan ya sus equipos electorales en renta, se van a arrepentir gachamente.