Limosneros y con garrote… La CBP cerró sus números del 2022, con 2,760,000 inmigrantes indocumentados capturados en Los Estados Unidos, la gran mayoría entraron al país del norte gracias a la nula ayuda prestada por el gobierno mexicano.
Somos nosotros los que hemos permitido la invasión silenciosa tanto a nuestro país como al de los vecinos del norte, quienes sí han capturado a dos millones tres cuartos de ilegales. Deben de haber recibido al menos la visita no solicitada de más de diez millones de personas, suponiendo que logran capturar a uno de cada cuatro inmigrantes que ingresan de manera ilegal al vecino país.
Esta permisividad del gobierno mexicano ha creado un fenómeno tan grande que ya no son solo mexicanos y centroamericanos, ya hay también cientos de miles de sudamericanos y últimamente se reportan fuertes migraciones de asiáticos y africanos, este último dato proporcionado por autoridades mexicanas del Instituto Nacional de Inmigración.
Son tantas las facilidades prestadas que ya nuestras propias autoridades han sido sobresaturadas por quienes en vez de agradecer, exigen y demandan asistencia como si nuestro gobierno tuviera la obligación de atenderlos y asistirlos, de tal suerte que Tapachula se ha convertido ya en un cuello de botella para los migrantes que ven su travesía demorada por la sobresaturación de los servicios y hasta reaccionan violentamente en contra de los oficiales mexicanos.
Las Instalaciones de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) ha sobrevivido ya dos actos de violencia por parte de los migrantes que dicen tener su viaje retrasado hasta por cuatro meses, sin darse cuenta de que lo anterior se debe a la sobresaturación que ellos mismos originan.
Apenas este martes se registró una reyerta en la que dos mil inmigrantes se apoderaron de las instalaciones del COMAR, teniendo que recurrir a la Guardia Nacional para expulsarlos de las mismas.
La misma fue provocada por los africanos y haitianos que se posesionaron de las salidas y entradas de las instalaciones exigiendo ser los primeros en ser atendidos, tanto en permisos como en pagos que les está dando el gobierno federal y causando con ello la indignación del resto de inmigrantes que optaron por tirar las rejas metálicas, invadiendo el resto de las instalaciones.
Se tuvo que recurrir a la Guardia Nacional para restablecer el orden y se les indicó a los extranjeros que serán atendidos en grupos de 20 en 20 porque no hay infraestructura para más.
Llama la atención de que un grupo de haitianos reclamaban el pago de diciembre de un programa de emergencia social que se pospuso el mes de diciembre porque hubo otro enfrentamiento, provocado por ellos mismos en el que tres personas resultaron heridas.
En diciembre se les dijo que se instalaría el día dos de enero y el día tres volvieron a tomar las instalaciones. También dijeron estar retrasados en la obtención del CURP lo que les permitiría obtener trabajos en el país. No puede uno más que pensar que si en sus países de origen protestaran y exigieran como nos vienen a tronar los dedos aquí, probablemente no necesitarían ni estar aquí.
El problema es de tal magnitud que en los Estados Unidos mantienen vivo el Título 42, no porque la pandemia así lo exija, (razón por la que fue creada esa ley migratoria) sino porque ante la permisividad del gobierno mexicano, es la única defensa que les queda para defender su patria de esta invasión cuasi apocalíptica.
En boca cerrada, no entran moscas… El Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, se quejó en conferencia de prensa amargamente de la falta de cooperación del Gobierno Chino, para poder medir en términos reales la afectación causada por el Covid 19.
“Seguimos pidiendo a China, datos más rápidos, regulares y fiables sobre contagios, hospitalizaciones y muertes, así como la historia secuencial del virus en una manera más completa y en tiempo real”.
Ghebreyesus declara sobre lo necesario que es para su organización poder compartir la información por todo el mundo para realizar evaluaciones periódicas, rápidas y sólidas de los riesgos asociados a la situación actual y adaptar sus consejos y directrices en consecuencia.
Por su parte, Michael Ryan responsable de gestión de situaciones de emergencia de la misma organización, sugirió que la nueva definición de China sobre las muertes por Covid, no se ajustan al verdadero impacto de la epidemia en China.
“Creemos que las cifras actuales publicadas por China subrepresentan el impacto real de la epidemia en aquel país, en términos de ingresos en los hospitales y su mortandad”.
Desde luego que es una postura muy cándida la de los directivos de la Organización Mundial de la Salud, al pensar que un país totalitario quien además resulta ser el culpable de permitir que el virus escapara de uno de sus laboratorios en donde fabrican armas biológicas, vaya a estar muy preocupado de informar la verdad de todo lo que sucede en aquel país.
Suficiente trauma han de tener que una revolución social los obligó a quitar las normas de prevención de 0 Covid que tuvieron en práctica por más de dos años y que el pueblo se sacudió con una enérgica protesta al casi llegar al tercer año. La primera reacción fue exagerar y hablar de millones de infectados y ahora se van al otro extremo de que no se les muere nadie por Covid.