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En la Hoguera

En caso de temblor no corra, afuera también tiembla… Para muchos es conocido que en los alrededores de Ciudad Juárez existen volcanes apagados hace millones de años, que en Nuevo México existe un río de lava petrificada de poco más de dos metros de altura que nos brinda un idea de qué tan fuerte era hace millones de años la actividad volcánica en la zona. Y aunque esta se extinguió, dejó placas encimadas unas arriba de otras que por mucho tiempo no se han deslizado, pero que ahora han sorprendido a los chihuahuenses con 172 temblores en solo este mes de noviembre, 167 de ellos en la región de Hidalgo del Parral y el resto en varios puntos fronterizos de la entidad con el estado de Texas. 

Esta madrugada sucedieron los dos últimos, uno en la zona de Santa Gertrudis a unos 50 kilómetros al sur de Ciudad Delicias que registró un 4.5 en la escala de Richter y uno en el municipio de Rosales con 3.7 grados. 

Lo cual nos indicaría que por imperceptible que sean los temblores y que gracias a Dios no han existido daños materiales todavía, definitivamente hay un percutor que ha causado un número muy significativo de sismos a los que no estábamos acostumbrados. 

Según expertos contactados por la Coordinación Estatal de Protección Civil en el estado de Chihuahua está localizada una red de fallas, la que al deslizarse las placas han originado este enjambre de sismos al liberarse la energía hacia afuera paulatinamente, lo que en teoría ayuda a que no haya un evento mayor.

No tenemos recolección de un mes con tanta actividad sísmica en la historia de los últimos 100 años en el estado, por lo que nos obliga a preguntarnos sobre qué tan preparado está Protección Civil si un evento mayor con daños a civiles y propiedades ocurriera para asistir, rescatar y auxiliar a los damnificados. 

Hasta ahora se han limitado a dar pláticas preventivas en la zona de Parral y dar recomendaciones para que cada familia tenga preparada una mochila con primeros auxilios que no exceda los ocho kilos de peso. 

No sabemos si el gobierno del estado tiene planes de auxilio o de emergencia con rescate y traslado de heridos por si acaso, no sabemos y no creemos que lo estén para ser sinceros.

Limosneros y con garrote… Uno puede simpatizar con los inmigrantes y sabiendo las circunstancias de las que huyen de su país, puede uno incluso tratar de ayudarlos a mitigar su infortunio al ser rechazados por el gobierno de los Estados Unidos y devueltos por los puentes a nuestra ciudad, pero ningún país soberano puede permitir que un grupo de extranjeros vengan a imponer su voluntad y sus condiciones. 

No obstante que México los dejó entrar y transitar por el país sin mayores trámites. Al ser regresados por los Estados Unidos, los venezolanos se apostaron en los márgenes del Río Bravo en campamentos ilegales, comprometiendo no solo su salud sino también la de los juarenses. Se han convertido en un problema de seguridad alrededor de los cruces internacionales y además han creado un alto riesgo de fuego.

El municipio ha hecho un gran esfuerzo humanitario utilizando recursos propios para acondicionar donde albergar y proteger a los migrantes.

Sin embargo, estos se empeñaron en mantenerse a un lado del río, rechazando toda ayuda ofrecida, a leguas se nota que entre ellos vienen ocultos líderes que los controlan y obedecen solo a sus oscuros intereses. 

El liderazgo local de la Comisión Internacional de Límites y Aguas entregó a las autoridades de Seguridad Pública de la Ciudad un oficio en el que pidió el desalojo del campamento irregular de migrantes de la zona del Río Bravo y por tal motivo este domingo acudieron a la zona agentes de Seguridad Pública Municipal y Seguridad Estatal acompañados por algunos agentes del Instituto Nacional de Inmigración, Consejo Estatal de Población y Protección Civil del Estado para tal efecto. 

Los extranjeros liderados por individuos que se dijeron ser miembros del ejército Bolivariano atacaron a los agentes mexicanos y se produjo el zafarrancho con dos agentes heridos y varios migrantes arrestados, además de que se quemaron las carpas y tiendas de campaña en donde hasta el momento se hospedaban, las que se salvaron del fuego fueron recogidas por los agentes municipales. 

Ante el disturbio fue necesario llevar al lugar de los hechos a un escuadrón antimotines de la Policía Municipal, pues los migrantes agredieron a los agentes armados de palos y piedras. 

Mauricio Rodríguez, titular de Protección Civil Estatal indicó que se les invitó a resguardarse en los refugios por su propia protección contra las inclemencias del clima y la inseguridad en la zona. 

Son muchos los grupos de refugiados que han dejado un mal sabor de boca en los fronterizos por sus actitudes belicosas, si querían imponer su voluntad, la deberían de haber impuesto en sus países de origen, no con quien pacientemente se ha convertido en el anfitrión obligado de las Américas.