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En la Hoguera

¿A dónde va Vicente? A donde va toda la gente… De pronto el estado de Chihuahua amaneció más moreno que el mismísimo Tabasco. En esto de las modas políticas no hay quien nos gane, somos muy adaptables, sobre todo si no tomamos en cuenta referencias otrora consideradas importantes como cartas magnas, ideologías etc. 

Llegó a la entidad el desfile de aspirantes a la Presidencia de la República y los grillos chihuahuenses buscaron acomodarse en donde calientan las tortillas, porque no hay nada más triste que quedarse fuera de los presupuestos. 

Con esto resulta que los empresarios se agracian con el partido más extremista de la izquierda mexicana y no pasa nada, en charlas de café nos quejamos de la poca efectividad de la estrategia de abrazos, no balazos, pero a la primera invitación nos decantamos por Claudia, por Monreal, por Augusto o por el mismísimo Marcelo.

No faltó quien acudiera a cuanta invitación le hicieran, al cabo a todos se les gritará “Presidente, Presidente” y con alguno de los cuatro le atinará. 

El entreguismo con el que alguna vez halagamos al PRI, halagamos hoy al PAN, mañana a Morena y después Dios dirá, el chiste es sobrevivir de la mejor manera el cataclismo político del país, total ya nadie desprecia el chapulinismo, pues la mayoría de los actuales funcionarios públicos han brincado ya de dos a tres partidos distintos, desde el presidente de la república hasta los diputados locales.

¿Idealismos? No pierda el tiempo en tonterías, los saltos mortales en los trapecios están a la orden del día. Es más, hoy son considerados hasta glamurosos y de buen gusto, el único objetivo válido que permanece es que nos haga justicia la revolución, como diría el gachupín: “Lo demás son pequeñeces”.

No hay que buscarle ruido al chicharrón… Mientras que el Secretario de Gobernación del país dejaba muy en claro que si al “Chueco” no lo han agarrado es culpa de la fiscalía local, pues los delitos que cometió son del fuero común, a pocos kilómetros de donde supuestamente todo el dispositivo de seguridad de la Federación y del Estado están garantizando la seguridad de los habitantes de la sierra, dos sujetos armados realizaron un asalto que les redituó un millón cien mil pesos por unos minutos de trabajo y un arrojo digno de mejor causa. 

Antes, los funcionarios se disputaban la jurisdicción para dirimir quien tenía el derecho de resolver los asuntos, hoy se pelean la jurisdicción para culparse sobre quien evade cumplir con sus responsabilidades. 

El “Chueco” es integrante en la Sierra del Cartel de Los Salazar, quienes se dicen el brazo armado en la sierra del Cártel de Sinaloa, así que sin duda alguna por ser delincuencia organizada y más aún por ser parte del trasiego de las drogas, el “Chueco” debe de ser buscado, detenido y juzgado por los cuerpos federales de seguridad. 

En la comisión de los delitos que tristemente lo hicieron famoso a nivel mundial, efectivamente los asesinatos son delitos del fuero común, lo que también le permitiría a la Fiscalía del Estado, buscarlo, arrestarlo y juzgarlo por dichos delitos. 

Son dos autoridades que ambas tienen injerencia, pero las dos prefieren culparse unos a otros y seguir evadiendo la responsabilidad. ¿Las dos autoridades tienen comprometida su participación? ¿Las dos venden su protección al personaje o al grupo que representa? Como quiera que sea al espectador, le queda claro que el tiempo sigue su curso y la presencia de tanta gente en la sierra de autoridad federal o estatal es inútil, pues no cumplen su objetivo y un simple atraco a mano armada los deja en evidencia. 

¿Cómo podrían los habitantes de la sierra, sentirse seguros o confiar su seguridad en ninguna de estas autoridades? Lo que se ve no se juzga. Y la gente lo nota, lo sabe y lo vive. El problema es que la inseguridad ya no campea solo en la sierra, se siente en todo el estado y de alguna manera nos roba calidad de vida a todos, propios y ajenos a las actividades delictivas, sin que ninguna autoridad haga nada al respecto más que decir discursos y repartir culpas a otras instancias de gobierno.

Cuida de los pequeños gastos, un pequeño agujero hunde un barco… Al ver que los servidores públicos del país no han respetado la ley de “austeridad republicana”, el presidente López Obrador les advirtió que promoverá reformas legales para limitar tanto los sueldos como los gastos oficiales.

El ejecutivo federal dijo que hay una ley de austeridad republicana que no se está cumpliendo, por lo que ahora vamos a pasar a una fase superior que es la de la “Pobreza Franciscana”, por lo que tendrá una reunión con su gabinete para darles a conocer las nuevas medidas de ahorro tales como la eliminación de viajes al extranjero y la reducción de viáticos, que es donde más han abusado. 

Como a los diputados federales les encanta darse la gran vida a costa de los dineros del pueblo, esto de la “pobreza franciscana” no les pareció nada bien, pues les pega donde más les duele.

Diputados de la Comisión de Presupuesto rápidamente declararon que el anuncio de esta fase es el reconocimiento de que no hay finanzas públicas sanas, por lo que el secretario de la Comisión Héctor Saúl Téllez acusó que el Presidente no cuenta con suficiente dinero para sus obras faraónicas, por lo que ahora quiere exprimir los recursos públicos y seguir con el “austericidio”.