Inicio LaHoguera En la Hoguera

En la Hoguera

El más lento en prometer es siempre el más fiel en cumplir… Adan Augusto López vino a hacer política y la hizo. Estuvo en el foro Municipios y Política Interior de la 4T y fue muy bien recibido desde su llegada al aeropuerto, luego al foro y no se diga en el Cibeles donde hubo más de 1,500 asistentes a la reunión y en donde muchos le gritaban “presidente” y él se dejó querer como buen tabasqueño que es.

Se disculpó por hablar despacio como los de su tierra pero finalmente habló y fuerte, tan fuerte que hasta barrió con los de su propio partido al señalar que le robaron la candidatura a gobernador en el 2021 a Cruz Pérez Cuéllar.

Con todas las tablas que tiene en la política, habló de la municipalidad, se comprometió con los empresarios, alabó a Juárez y su gente empezando por el divo Juan Gabriel para luego prometer servicio médico para todos en el Hospital de Especialidades del IMSS que se va a construir en el Exhipodromo y para no dejar pasar la ocasión de hacer grilla comentó que “aunque la gobernadora no firme el convenio, todos tendrán derecho al servicio”.  

Habló de reconstruir la Plaza Cervantina, prometió abrir un Centro de atención a las Mujeres de nivel internacional,  100 mdp para obra pública del municipio y además ofreció que por cada peso que se reciba de la regularización de autos irregulares la Federación dará 2 pesos más  para reforzar la obra pública municipal.

Emocionado por el cálido recibimiento señaló a Cruz Pérez Cuéllar y a Andrea Chávez como el futuro político de Chihuahua y los brazos ejecutores de la Federación. Aunque acompañándolo estaban Daniel Murguía y Armando Cabada, el Secretario de Gobernación se aventó dos que tres grillas contra los gobiernos anteriores de Juárez. 

Adan Augusto estuvo muy contento en los eventos que le prepararon, por lo que de seguro partió a la Ciudad de México sintiendo que cumplió la misión de posicionarse políticamente en esta frontera. 

Ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre… La rara mezcla de inflación y recesión que azota a la economía mundial a causa de la pandemia, combinada con los efectos de la escasez de productos por la invasión de Rusia a Ucrania y los efectos de los rebotes a las economías occidentales por las sanciones económicas impuestas por los países de la OTAN, ha producido esta rara mezcla de recesión e inflación que desafía el alza de intereses con los que Estados Unidos ha intentado detener los daños causados por el efecto económico que se vive y que francamente tiene a los expertos adivinando qué métodos utilizar para defender la subsistencia económica de sus mercados. 

Por tal motivo, la Reserva Federal de los Estados Unidos subió sus intereses por quinta vez en lo que va del año, apenas el mes pasado subieron los intereses en 0.75%, siendo el alza más agresiva desde 1994 y este miércoles anunciaron un alza de un porcentaje similar, con lo que buscan una desaceleración de su economía para incidir en la agobiante inflación que los amenaza, pero irónicamente también puede aumentar la inflación que busca abatir.

Esto enviaría a la economía del vecino país del norte a una espiral perversa, pues obliga a aumentar los sueldos para aliviar la situación de los trabajadores, lo que a su vez termina por aumentar los precios de los productos terminados, disminuyendo cada vez más el poder adquisitivo real de los mismos. 

Un juego de nunca ganar, que obliga a buscar soluciones alternas, lo irónico es que oficialmente el gobierno de Biden no acepta estar en condiciones de recesió,n mientras que los expertos de su país, afirman que no solo están inmersos en ella, sino que además será imposible salir de ella en los próximos dos años.

 Hay que medirle el agua a los camotes… Mientras que Donald Trump está inmerso en el respaldo de los integrantes de su equipo político dentro del partido Republicano, apoyándolos en sus respectivas precandidaturas, ha dejado vislumbrar la posibilidad de que él mismo contienda para buscar la presidencia de los Estados Unidos en el 2024, bajo el lema de que hay que enderezar a los EEUU, sin que haya precandidatos sólidos.

Su primer obstáculo lo encontraría en Mike Pence, quien fuera su vicepresidente en su gestión como presidente y a quien Trump quiso obligar a que declarara fraudulentamente la pasada elección como no válida, y en contra de quien envió a sus seguidores a tomar el capitolio para impedirle que como líder del congreso declarara a Joe Biden como el ganador de las pasadas elecciones. 

Hay mucha enemistad y mala sangre entre estos dos, Pence no puede olvidar que la gente de Trump lo hubiera matado ese 6 de enero en el capitolio si no es por la decidida defensa y actuación del servicio secreto y Trump, aún ahora se considera traicionado por Pence por no haberle seguido el juego o haber cedido a sus presiones. 

El panorama para el 2024 está el día de hoy muy distinto, por un lado Biden no ha gustado en su gobierno y no lograría ni repetir como candidato, menos como presidente, mientras que Pence tiene el odio de los Trumpistas y Trump está a punto de ser juzgado por Sedición, entre otros cargos emanados de más de mil testimonios que el gran jurado recolectó en su contra.

Por un lado, el departamento de justicia del estado de Georgia inició juicio por fraude electoral y por el otro el Departamento de Justicia de los Estados Unidos está investigando para llevarlo a juicio por traición a la patria, sedición, incitar a la violencia, intento de fraude electoral y varios delitos más, de tal suerte, que el buen apostador en estos momentos no apostaría por ninguno de los tres candidatos, demasiados riesgos que considerar.

Tendría que suceder algo muy dramático para que Biden recuperara la Fe de quien lo eligió, Pence no sobrevive políticamente al encono de Trump y aún si ganara la candidatura del partido republicano con un partido dividido sería presa fácil en las elecciones y Trump pudiera no llegar a ellas en libertad y como preso perdería su derecho a ser considerado para la presidencia, aunque el electorado considerado como “white garbage” lo siga teniendo como campeón de sus causas.