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En la Hoguera

Camarón que se duerme se lo lleva la corriente… Para nadie es secreto que Claudia Sheinbaum es la elegida por el presidente para ser heredera de la silla presidencial y decimos la heredera porque se dice hay motivos de sangre, pues Claudia resulta ser madre de una persona que comparte los genes de Andrés Manuel de ser ciertos los rumores. 

La competencia más dura para Claudia dentro del mismo seno de MORENA viene de Marcelo Ebrard, el actual Secretario de Relaciones Exteriores, es este contexto que se vislumbra el por qué de las excéntricas y erráticas políticas de relaciones con otros países. 

El presidente saboteó la Cumbre de las Naciones, despreció la participación del DEA en la ubicación y arresto de Caro Quintero, dejó que se enmarañara la extradición en las cortes, cuando él ya se sabe la receta, igual que destrabó la construcción del tren maya llamándolo cuestión de seguridad nacional.

Muy bien podría si quisiera destrabar de igual manera la extradición y por último se rehúse a dar cumplimiento a los tratados del libre comercio en referencia a las políticas energéticas. 

¿A quién le corresponde pagar los platos rotos por López Obrador? Pues desde luego que el esfuerzo lo tiene que hacer Ebrard, en política no hay coincidencias. López Obrador le llenó el saco de piedras a éste en beneficio de la Sheinbaum, pues si Ebrard fracasa, se le disminuyen sus bonos como negociador y como hombre influyente de nuestra política exterior, esto resultaría un plan maquiavélico y perverso, pero, en política mexicana, ¿cuándo ha sido diferente?

¿Qué le queda por hacer a Ebrard? O acepta el reto y se juega sus ilusiones presidenciales a su éxito en subsanar las relaciones y los tratados subiendo así sus bonos a sabiendas de que de no lograrlo, lo pierde todo. 

O renuncia con dignidad, que el presidente arregle solo los problemas en los que él mismo se metió y que solo él pague las consecuencias, que siempre las hay. 

La segunda será difícil de reconocer por el Secretario, pero hoy que el ejecutivo se empeña en llamar traidores a quien se decanta por cumplir los tratados al pie de la letra, olvidándose por completo que cumplir no es traicionar, la traición se consumó en quienes acordaron el tratado y quienes lo ratificaron con su firma, no los que abogan por cumplir lo acordado, por lo que es el momento ideal para deslindarse de cualquier responsabilidad que la historia le guarde al hasta hoy presidente y comenzar así una página nueva.

Cree el ladrón que todos son de su condición… Ya no se puede hablar de un estado de derecho, en este mundo bizarro se castiga a quien hace cumplir la ley y se le festeja a quien la transgrede. En días recientes un agente vial ordenó a un conductor a pararse al notar que no portaba su cinto de seguridad y al exigirle los papeles y respectiva licencia, se percata de que no solo no trae licencia de conducir, no trae seguro contra daños a terceros que exige la ley y el vehículo circula con placas sobrepuestas, por tal motivo informa al conductor que el carro tendrá que quedarse resguardado hasta que el ahora múltiple infractor subsane las irregularidades.

El guiador responde con fuga, se sube al carro confiscado y huye para luego de una persecución ser alcanzado por el agente, por lo que además debe de agregar a la lista de agravios la fuga y persecución, pero el guiador o conductor o malandro, como usted le quiera decir, se le echa encima y empieza forcejear con el agente, el representante de la ley temeroso por su integridad física saca su arma y en medio del forcejeo dispara al piso un tiro de precaución. 

Ahora a la larga lista agréguele la agresión al agente, la resistencia al arresto y vaya usted a saber qué más, pero como no se le practicó siquiera un examen para ver si estaba intoxicado con alcohol o cualquier otro estupefaciente, pasó a calidad de víctima y el agente es ahora el que tiene que defender su caso, ¡no puede ser! 

Todos los agentes de vialidad y los agentes de seguridad tendrían que unirse y suspender labores hasta que se les otorguen garantías de trabajo. Aquí sí se debe aplicar el dicho de cuando veas las barbas de tu vecino cortar pon las tuyas a remojar. No podemos permitir que la sociedad trastoque todos los valores, ¿qué pasa si el agresor lastima al agente? ¿Si le quita la pistola y lo mata? 

No es posible que una comunidad no proteja a sus representantes y si como comunidad no queremos agentes ni policías, pues esos sueldos se ahorran nomás que a la hora de que vivamos en una tierra sin ley como la que pretenden, no habrá queja que valga.

A palabras necias oídos sordos… En el pleito entre Alito y Sansores, ya los dos perdieron credibilidad y elevaron su lucha a rango de telenovela, sin darse cuenta que se han exhibido de ser lo mismo y dos aleznas dice el dicho no se pican. A nadie se le escapa el hecho de que los dos están acostumbrados a violar la ley flagrantemente, están cocidos del mismo barro, los dos utilizan la ley solo para agredir con ella a sus rivales en turno pero a capricho la violan en un santiamén, nos queda claro que los armarios de los dos han de estar repletos de cadáveres. Ninguno de los dos tiene muy buenos antecedentes en cuanto a honestidad y moral se refiere, sobre todo en el desempeño de las funciones públicas que los electores les han concedido. 

La telenovela ya se hizo vieja y larga, se sobre extiende más allá de lo necesario, su teleaudiencia los abandona con hastío y hasta un poco o mucho de asco, como plato de segunda mesa y los medios de comunicación les dan el espacio de relleno, de información que llene los espacios en donde no cae información fresca, nueva o relevante. 

Sin darse cuenta de esto, ellos seguirán batiéndose en duelo, que los salpica de fango y los degrada como servidores públicos y que pasadas las primeras impresiones los devela por lo que son, un par de pillos más que se creen muy listos y no lo son, farsantes de relleno, que resultaron muy superfluos para ser protagonistas, muy ligeros para antagonistas y matan espacios por rellenar en una historieta de carpa.