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El Síndrome de Criptis

Raúl Ruiz.- Nunca pensé que mi amistad con Ikram Antaki me traería tanto capital intelectual, conocimiento que no deja, pero ilustra. Nuestras charlas fueron auténticos abrevaderos de conocimiento.

Por ejemplo, platicar sobre el significado de Criptis. Decía  Ikram, “Criptis es una situación límite de carácter político, ético o existencial, en la que toda acción o decisión conduce a un deterioro irreversible.

“La Criptis representa el vértice del desgaste, en el que el sujeto no solo pierde capacidad de maniobra, sino que se enfrenta al colapso simbólico de sus vínculos, su narrativa pública y su autoridad. No es el final, sino el punto ciego del poder.

“Deriva de la contracción entre crisis y óptica, evocando una visión clausurada o una encrucijada invisible, donde el ojo político ya no distingue salidas sino espejismos”.

Esto da pie a un comparativo de actualidad. Veamos.

Adán Augusto López ha entrado en una Criptis: cada gesto público lo hunde más y su silencio se convierte en complicidad simbólica.

La Criptis suele emplearse para definir momentos de colapso estratégico en figuras públicas, cuando su cercanía con actores cuestionados genera un arrastre reputacional (Síndrome de Criptis).

Críptis es, por lo tanto, el símbolo de una situación política donde cada movimiento implica una pérdida estratégica, ética o reputacional.

Despejado el término, viene ahora mi aportación literaria sobre el tema.

El vértice del desgaste político

En los pliegues más oscuros de la política mexicana contemporánea, emerge una figura que encarna el concepto de Criptis: Adán Augusto López. Lo que comenzó como una trayectoria de poder acumulado dentro de la 4T, ha derivado en una situación donde cada paso que da parece hundirlo más en el lodo de la controversia.

La revelación de vínculos entre su exsecretario de Seguridad, Hernán Bermúdez Requena, y el grupo criminal La Barredora, ha colocado a López en una Criptis perfecta: si habla, se expone; si calla, se hunde.

Pero Críptis no es solo el abismo de quien lo habita, sino también el eco que arrastra. Andrea Chávez, senadora y figura emergente en Chihuahua, ha sido señalada por su cercanía con López y por presuntos vínculos indirectos con redes de financiamiento ilícito.

Su defensa pública del senador, su rol como vocera y estratega, y los gestos simbólicos compartidos (como aquel vuelo bajo la luna llena donde se leyeron poemas de Pellicer) la colocan en el borde del mismo precipicio.

La Criptis no es una caída, es el momento en que el suelo deja de ofrecer seguridad. Debe ser terrible sufrir esa sensación de estar atrapado en una red donde cada salida lleva al abismo, y Criptis es una palabra o expresión que no solo denota la imposibilidad, sino también la carga ética, estratégica o simbólica del momento.

Imagina tú la angustia de sufrir la paradoja del desgaste: Cuando seguir o detenerse equivale al mismo deterioro, con implicaciones éticas.

Un crítico de arte lo definiría como El Dilema Trágico, situación en la que cualquier decisión implica una pérdida significativa. Muy usado en la tragedia clásica.

Los escritores que empiezan a colocar las palabras para darle un efecto dramático, usan lugares comunes como: “Se encuentra en un callejón sin salida”. Más coloquial, pero eficaz en describir lo infranqueable.

Los que aman profundamente la tragedia dirían: se encuentra en el umbral del sacrificio: Si se quiere resaltar el momento en que se cruza hacia una renuncia necesaria.

Por el lado que le quieras ver, estamos hablando de un “Cadáver Político” (Diría Zepeda Patterson).

Todavía hay mucho celuloide por rodar. Esto apenas comienza. Por el momento lo dejaré así, no importa que algunos amigos se ofendan por la objetividad que manejo y me quieran incrustar en los cuartos de guerra de los pitufos.

De hecho, los pitufos no alcanzan mucha estatura de pensamiento.