Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- Javier Corral no puede estar bien de sus facultades mentales, se ha pervertido tanto que ya no ubica la realidad, cuando solamente vive la realidad que construyó con sus abusos como gobernador. Es imposible que no esté al tanto de las crueldades inhumanas, cuando fue él quien las ordenó.
Es imposible que no se acuerde de los millones de pesos que obtuvo por las extorsiones. Igual será muy difícil convencer a un Juez de que se le olvidó que abusó de personas, en lugar de someterlas a un juicio, respetando el debido proceso y la ley, sobre todo porque se supone abogado.
¿Acaso olvida que les ordenó a jueces de consigna que negaran libertad condicional a quienes tenían ese derecho? ¿Olvidó también que en su teléfono tenía, o tiene, el software de cámaras en donde observaba el sufrimiento de esas personas en los momentos de la tortura? ¿Olvidó también que ordenaba, a los guardias de San Guillermo, que los levantaran a medianoche para solazarse viéndolos sufrir el frío, desnudos en el patio de la cárcel? ¡No, no puede olvidarlo!
¿Y ahora pretende ser la víctima? ¿Ahora vocifera y clama justicia, esa justicia con la que jugó a su manera y para darse gustos perversos y maníacos propios de un loco depravado? Ahora cobardemente hace, o trata de hacer, la mejor actuación de su vida, con el histrionismo que le distingue, para aparentar que es inocente y una blanca paloma.
Alardea al amparo de unos cuantos amigos periodistas que le quedan y que creen sus mentiras. Es imposible que olvide el video que le llevó Panchito de Raymundo Romero desnudo y con frío, en un 24 de diciembre, en el patio de la prisión, sin importarles que convalecía de una operación de cáncer de cuarto grado en la próstata.
¿Cómo podría olvidar la acusación contra Romero, si era del 2011, por la compra de un terreno, si él y todos sabíamos que Raymundo había llegado a la dependencia hasta 2012? Incluso Romero recuerda que le dijeron, tu asunto esta fácil de arreglar, solo declara y firma que el culpable de la compra del terreno es Duarte y te dejamos ir, y como no aceptó lo dejaron preso, luego a cárcel domiciliaria, por edad.
¡Cómo podría olvidar que Jesús Manuel Esparza Flores le contestó el teléfono a Jaime Herrera y luego del saludo de “amigos” contestó a la pregunta de dónde estaba, y le dijo que se iba a operar una hernia hiatal, también dónde y a qué hora; y hasta allá llegó la policía para traerlo preso! No, yo no creo que lo olvide, porque él mismo salió a informar a la prensa que lo habían capturado con un boleto para viajar en un aeropuerto en el sur del país. Eso no se olvida.
¿Cómo olvidar que Otho Valles pasó diez meses en prisión y salió exonerado al demostrar su inocencia? Ese coraje que hizo rabiar y patalear a Panchito, no se puede olvidar.
Ahora dice que quieren revivir el miedo. ¿Cómo? ¡No entiendo cuál miedo! ¿Qué miedo se puede revivir, si el único miedo que había, era el que le tenían a él? Entonces se traiciona a sí mismo, pues ¿a qué otro miedo se podría referir? Creo que fue un dislate en el que solito se clavó el puñal.
Las baladronadas de Javier Corral, cuando, en entrevistas, dice que el fiscal del estado los va a citar a declarar. ¡Qué equivocado anda! Su cita es del juzgado donde procesan a Panchito y debería saber o recordar que su cómplice está preso por causa abierta en la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y no por iniciativa de la procuraduría de justicia de Chihuahua. ¿Pues no que es abogado?
Creía que Madero sería el gobernador y así mismo le pasó a Duarte, que no esperaba que Javier llegara a gobernador. Ambos pagaron un precio cuando perdieron sus gallos, uno sufrió la venganza pasional de Javier y al otro lo espera la justicia.
Un punto que le preocupa a Javier es que Peniche se le voltee porque, se dice y se dijo siempre, que tanto Panchito como Gema Chávez se brincaban a Peniche a la hora de violar la ley. Y del miedo a que se refiere que no se preocupe porque ahora será todo legal, sin abusos y con apego a la ley.
Habla del Maruduartismo. ¿Qué parte de que Duarte está preso no entiende? ¿Acaso piensa que alguien creerá que una mujer política con el temple de Maru no ejerce su gobierno?
Javier no es bruto. Es un depravado, pero bruto no, así que intenta que los chihuahuenses crean que su gobierno fue magnífico, a sabiendas de que todo el estado lo vio cinco años de holgazán, jugando con su perro o aprendiendo golf, pero nunca trabajando.
Javier está pensando que la estrategia de que la Fiscalía federal atraiga el caso le va a funcionar, pero se equivoca, le iría peor, porque, como ya se dijo, la causa de la aprehensión salió de la CNDH y allá la Fiscalía General de la República seguiría esa recomendación con el mismo rigor.
Hasta podrían juzgarlo por traidor a la patria ya que no es chihuahuense, pues se sabe que su acta registrada en Ciudad Juárez no está debidamente tramitada para ser legal, aunque eso tendría que demostrarlo el ministerio público o él mismo en su defensa.
Recordemos que el presidente no le dio el cargo diplomático y como pretexto dijo que era porque tenía doble nacionalidad, lo cual no es cierto, Javier nunca ha tenido doble nacionalidad, él mismo lo ha dicho públicamente, pero AMLO encontró la manera y se deshizo de él.
También debería ser acusado de homicidio por negligencia criminal al no autorizar la salida al hospital de Lázaro López, quien murió de Covid en la cárcel.
Raymunda Romero, ex secretario de Gobierno de Duarte, declaró ayer que para él era justicia divina, dado que Panchito los había torturado sin compasión y que el video era una orden de arriba y ni modo, ¡Ahí dispense!
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