Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- El fraude no es fraude. El procedimiento de la encuesta de Morena está bien elaborado, pero aplicado a contentillo de cada uno de los gobernadores que metieron mano.
El resultado de la encuesta no importa, está viciado, pero son daños calculados porque la decisión estaba tomada desde que el presidente levantó el brazo y comenzó el estribillo: Es Claudia, luego eslogan de Es Claudia, que se difundió por todo el país.
Nadie puede cambiar en Morena lo que el presidente decide. Todo el circo maroma y teatro fue hecho para vestir el ungimiento de Claudia, que ya había hecho el presidente. Marcelo creyó que podía convencer al presidente de cambiar de opinión, pero no pudo, y al llegar el momento de la verdad decidió no respaldar a Claudia ni al presidente.
Lo de Claudia fue la crónica de una candidatura anunciada, parafraseando el libro. Marcelo quería cobrar una deuda que Andrés Manuel tiene con él, pero éste decidió no pagarla. La desilusión de Marcelo manda a incobrable su apoyo anterior a AMLO, que una vez más no paga.
En cambio, impone a Claudia porque él siempre quiso que fuera Claudia. México lo sabía. Todos los sabíamos. No hay sorpresa. La sorpresa es la indisciplina que no esperaba. Veremos hasta dónde y para qué le alcanza la rebeldía a Marcelo. Creo que para nada, pero esperemos para ver el pataleo.
