Inicio CARTAPACIO Discriminaciones, marginaciones, abusos, exclusiones y aniquilaciones

Discriminaciones, marginaciones, abusos, exclusiones y aniquilaciones

A Putin le salió por la culata. La reacción de todo el orbe fue más letal que el uso de las armas tradicionales con las que está destruyendo Kiev y otras ciudades de Ucrania. No solo por las sanciones económicas impuestas por los norteamericanos y sus 31 aliados contra Rusia, sino por la exclusión total del resto del mundo

Raúl Ruiz.- No puedes dañar los derechos de alguien simplemente por ser quien es, por creer en lo que cree o por su preferencia sexual. ¿Verdad? La discriminación es nociva y eterniza la desigualdad.

Sabemos que todos tenemos derecho a ser tratados por igual, independientemente de nuestra raza, etnia, nacionalidad, clase, casta, religión, creencias, sexo, género, lengua, orientación sexual, identidad de género, características sexuales, edad, estado de salud u otra condición. ¿Verdad?

Y aun así, con demasiada frecuencia oímos historias desgarradoras de personas que sufren la crueldad solo por pertenecer a un grupo “diferente” de quienes están en posiciones de privilegio o de poder.

Mientras estas atrocidades se van dando, al mismo tiempo se van construyendo instituciones que protegen a los pequeños grupos vulnerables. Los legisladores se desviven en defenderlos, ampararlos, socorrerlos.

Prohibido usar palabras hirientes. Ni siquiera los epítetos ancestralmente conocidos para definir a las personas que rentan su cuerpo para el placer. Anticipadamente ofrezco una disculpa por los adjetivos que expondré, pero es obligado hacerlo para comprender la explicación. 

Ya no puede usted decirle puta, prostituta, casquivana, ramera, zorra, golfa, pelandusca… a la persona que cobra por el alquiler de su cuerpo. Debe llamarle sexo servidora, so pena de echarse encima a un conglomerado de activistas que han tomado por asalto a la sociedad.

Así como ese ejemplo, hay una gran cantidad de expresiones que han venido ahogándose por reciente legislación con la que se acalla la libre expresión, independientemente del sentido que estos grupos le quieren imponer.

Acepto que estos adjetivos no deban ser empleados contra los individuos de manera personal para lastimarlos directamente, pero cuando en su intento de sobreprotección de plano se pasan, se pierde el equilibrio y queda una luxación en la que la contraparte, queda a merced de los otrora ofendidos.

Si así como se protegen y defienden estas minorías contra la discriminación y la marginación, también defendiéramos otros derechos que nos son violentados, el mundo tendría más equilibrio. Veamos dos ejemplos.

El primero. En las Aduanas del norte de México la corrupción es insostenible. El personal a cargo de la supervisión de las importaciones, se ostenta con un poder superior a las mismísimas autoridades oficiales, hasta corromperlas o destruirlas.

Dice el presidente López Obrador que al incrustarles mandos castrenses, se disolverán la corrupción y el abuso, pero eso, sinceramente, no lo verán mis ojos.

El cinismo los lleva a tener por cada cruce, tarifas para su beneficio personal, ya definidas, aunque la importación venga con todos sus documentos en orden y los impuestos sean pagados religiosamente. ¿Quién defiende a los importadores de estos extorsionadores? Nadie.

El segundo. Todo parecía que le saldría bien a Putin en su invasión a Ucrania. Tomar por asalto ese país y mantener atemorizados a los vecinos. No solamente eso. Envalentonado, amenazó al mundo con destruir el planeta si alguno intentaba entrarle a defender a los ucranianos. 

Y se aventó el tiro. Pero le salió por la culata. La reacción de todo el orbe fue más letal que el uso de las armas tradicionales con las que está destruyendo Kiev y otras ciudades de Ucrania. No solo por las sanciones económicas impuestas por los norteamericanos y sus 31 aliados contra Rusia, sino por la exclusión total del resto del mundo.

El aislamiento es tan trágico, que ni sus aliados como los serbios, bielorrusos y los chinos, le van a tender la mano a Putin, en su caída a las profundidades del barranco que se lo tragará inmisericordemente.

Peor que eso, el mismísimo pueblo ruso le dará la espalda a su líder por tomar decisiones que arrastrarán a su pueblo entre las patas de la estampida. Este análisis es muy personal. Usted podrá estar de acuerdo o no, y sería cuestión de discutirlo más ampliamente en otro foro.

El punto es, que para toda acción existe una reacción, según reza la segunda ley de la termodinámica. Y pienso que la condición humana es tan imperfecta y hostil que no advierte dónde debe detenerse para guardar el equilibrio.

Para Biden, fue muy satisfactorio pronunciar un discurso de aniquilación económica al pueblo ruso, pero eso, también es un exceso que desequilibrará la dinámica internacional, con consecuencias para todos.