WASHINGTION- Un grupo de investigadores de Clínica Mayo descubrieron una versión distinta de la enfermedad de Alzheimer que afecta a personas desde los 40 años. El síndrome se presenta a través de síntomas atípicos que dañan otras áreas del cerebro normalmente no asociadas al Alzheimer.
A través de un estudio, publicado en Brain Communications, los investigadores señalaron un nuevo síndrome disejecutivo progresivo que altera habilidades en las personas como organizar, planificar y realizar diversas tareas al mismo tiempo que excede a las disfunciones de la memoria episódica observada en el Alzheimer común. Si bien este trastorno ha sido señalado anteriormente, todavía no ha sido definido ni estudiado minuciosamente, lo cual causa diagnósticos tardíos o equívocos.
Para esta investigación, los científicos definieron las características clínicas, patológicas y genéticas de esta enfermedad que daña mayormente las capacidades cognitivas ejecutivas. Los investigadores dictaminaron características de 55 pacientes de entre 40 a 50 años con síntomas de este tipo de Alzheimer descrito recientemente por indicios atípicos. Por lo general, este síndrome es diagnosticado entre los 53 y los 57 años, por lo que resalta la temprana aparición en los sujetos de prueba y señala la falta de reconocimiento y retraso en los diagnósticos.
Tradicionalmente, se creía, la característica determinante del Alzheimer era la atrofia del hipocampo, aunado a la pérdida de memoria. No obstante, los involucrados en el estudio presentaron atrofias en el lóbulo parietal, responsable de accionar la disfunción ejecutiva. Esta información añadida con la recién definida Encefalopatia TDP-43 límbicamente asociada a la edad, un trastorno que a diferencia del Alzheimer daña la memoria y el hipocampo, señalan que es indispensable cambiar la forma de estudiar el Alzheimer.
De acuerdo con el Dr. David Jones, neurólogo de Clínica Mayo y autor principal del estudio, este nuevo tipo de Alzheimer puede presentarse en personas jóvenes durante sus años de trabajo cruciales, pues en caso de ser afectados estos pueden perder su empleo y no calificar a obtener ayuda por discapacidad porque la disminución del rendimiento laboral y sus capacidades cognitivas no se identifican como Alzheimer, debido a la edad.
En este punto reside la innovación del estudio porque como asegura Jones, “muchas veces, hay un retraso en el tratamiento y el asesoramiento debido a que ni los pacientes ni los proveedores de atención médica logran reconocerlo”. Por su parte, el dr. Ryan Townley, neurólogo de Clínica Mayo, indicó “existe una disparidad en las capacidades cognitivas, y las personas creen por lo general que el paciente presenta ansiedad o depresión y que no lo intenta”».
Generalmente, los pacientes con dicho trastorno, indican los investigadores, pueden realizar actividades rutinarias y comunes, como conducir un automóvil, pero les irá mal en una labor cognitiva exhaustiva a causa de este trastorno que daña las funciones ejecutivas necesarias para ejecutar tales tareas. Perder un empleo a causa de problemas de organización y realización de tareas laborales suele ser el primer indicio de este nuevo tipo Alzhéimer que afecta a adultos de edades más tempranas.
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