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Colosio después de Colosio

Dr. Arturo Castro.- Existen políticos que llenan una tipología mitológica impresionante, van desde aquellos cuyo talento construyen pensamientos que materializan de inmediato, hasta los que de la palabra realizan un trabajo que no deja huella.

Ser político implica una gran responsabilidad, conocimiento de lo que se busca y lo que se debe hacer, mística para desarrollar una ideología en la línea de derecha a izquierda, así como entrega para servir a la sociedad, aparte de servirse a sí mismo.

En este mar de protagonistas políticos destacan figuras con una formación envidiable, que han trascendido los tiempos viviendo una vida fértil o truncada, cuyas acciones derivaron en historias que siempre serán contadas.

Políticos que, siendo parte de un sistema, lucharon por mejorarlo, dejando atrás la comodidad y los privilegios con tal de cambiarla que coopta por más a los demás.

Luis Donaldo Colosio Murrieta fue uno de ellos. Trabajó intensamente en su vida política, la dedicación y la responsabilidad eran sus cartas credenciales, fue un hombre del sistema establecido por herencia de la Revolución Mexicana.

México vivió muchas décadas enalteciendo la tarea de aquel cambio de sistema dictatorial al democrático a pesar de ser dirigido y no participativo por la sociedad. A pesar de ello, Porfirio Díaz y su Revolución Pasiva impulsó un gran desarrollo al país.

Colosio entonces fue un referente para un cambio anunciado. Político fresco, cercano al pueblo y con ideas transformadoras en base a las circunstancias existentes que no alcanzaba a la nación salir de aquello que se denominó subdesarrollo.

Luis Donaldo Colosio fue un gran empleado y un gran jefe, la humildad no le permitía pasar desapercibido para propios y extraños, su trabajo lo compartía con su familia, una esposa y dos hijos dieron testimonio de su asesinato en plena campaña presidencial en Lomas Taurinas allá por Tijuana en aquel mal día de marzo de 1994.

Vinieron los homenajes y monumentos por todo el país, un legado de lucha que permanece y es herencia de aquel pequeño de ocho años, hoy alcalde de Monterrey y serio aspirante a la candidatura presidencial por el partido Movimiento Ciudadano.

Luis Donaldo Colosio Riojas es un político que está aprendiendo bajo la enorme responsabilidad del nombre que lo ha colocado en el Poder Legislativo y hoy en la administración pública, que gobierna sin un gran conocimiento, pero sí una gran dedicación.

Colosio Riojas tiene nombre y ese nombre lo puede llevar a altos niveles políticos insospechados en esta aventura pública de servir a una ansiosa sociedad que quiere paz y prosperidad.