Raúl Ruiz.- Qué bueno que vinieron, comadritas. Porque les traigo un chisme, que hasta se les van a caer las tetas, de la impresión.
– Suéltalo, maruquita. Suéltalo.
– ¡Ay no! Tú ya te lo sabías, mira nomás como te quedaron.
– Jajaja.
Así empezó la conversación entre amigas, allá en la sombría dimensión de la especulación, donde se juntan los especuleros a practicar su deporte favorito: especular.
Pero en esa misma área, hay un espacio reservado exclusivamente para los chismosos. Un sótano, muy confortable, diez escalones abajo de los especuleros, donde se mezcla información falsa, con una pizca de verdad, y se suelta como chisme para indisponer a los ingenuos utilizando el rumor y hacerlos creer en su temática.
Ejercicio muy divertido pero dañino. Se usa para manchar el prestigio del sujeto a la murmuración. Hay un doble propósito en la inoculación del chisme: Primero, desprestigiar al blanco escogido. Y segundo, causarle escozor con su lengua viperina. ¡Hacerlo encabronar!, sacarlo de casillas. Subirlo al ring de las hienas.
– Suéltalo ya Maruquita.
– Está bien, pero que no salga del estado de Chihuahua. Porque es de dar pena. ¡Qué dirán los potosinos, que todos somos así!
– ¡¡¡Ya suéltalo!!! Ingrata.
– Pues nada, que el alcalde de Juárez se compró una casa de 35 millones de dólares. Y una suburban de 15 millones de pesos. Blindada. Y dicen, que de tanto que ha robado, anda soltando billetes para comprar conciencias y reelegirse.
– Ya. ¿No es una exageración?
– A mí no me lo crean, hay un periódico muy serio que todo lo documenta.
Ah, y otra cosa, esta semana, el alcalde ya acumuló 123 denuncias en su contra, por rata magueyera.
– ¡Júralo!
– Lo juro. Por las cenizas de mi padre.
– Pero si tu padre no ha muerto…
– NO. Pero fuma mucho.
– ¿Y ya le comprobaron todos los delitos de los cuales se le acusa, Maruquita?
– No, pero como dijo Pancho Barrio: en todas las mesas de café se sabe y con eso basta, ¿Que no?
– ¿Y la fuerza del Estado? ¿Qué ha hecho el Bayo Valenzuela, fiscal Anticorrupción, católico, humanista y agradecido con Dios y la gobernadora?
– Pues dicen que resultó cómplice también.
– ¿Y tú de donde sacas tanto chisme, Maruquita?
En ese momento suena una chicharra. Como la de la alerta sísmica y todos voltean hacia una enorme pantalla.
¡Extra, extra! Sólo para avisarle a la comunidad fronteriza que viene otra andanada de denuncias en contra del alcalde y su hermano. La encabezará el legendario Pancho Barrio y sus camisas azules. De esta no se van a salvar.
Están ustedes informados y no olviden que primero lo escucharon aquí, donde manejamos… ¡el auténtico chisme político!
Puro norte chingau.