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Bueno, bonito y barato

La experiencia es un maestro feroz, pero está claro que te hace aprender. Clive Stoples Lewis, escritor británico

Cuauhtémoc Monreal Rocha.- No hay en el mundo un comerciante que no venda bueno, bonito y barato; si hay alguien que conozca lo contrario, favor de decírnoslo donde nos encuentren y hasta un café les invitamos para tratar amenamente el tema que no deja de ser interesante; si mal no recordamos, en la vecina ciudad de El Paso había -o hay-, una tienda que se llamaba “Las tres B”.

 Desde luego el tema a tratar no es nada comercial, para que no se vayan con la finta, se tratará del penúltimo viaje del Viejo de Palacio Nacional a  Washington, D. C., viaje que, afortunadamente, fue bueno, bonito y barato, sobre todo lo último, por aquello de la austeridad republicana.

El viaje a Washington, D. C., fue bueno, aclarando que AMLO fuera del país no se encuentra en su elemento; él es de la plaza pública, done se reúne el populacho, a él le gusta la agitación, el encono, el alboroto de las masas a las que llama el pueblo bueno y sabio, pero fue bueno y bonito porque… por fin, políticamente ya se está placeando por el mundo al jefe de la indiada y eso es positivo para él.

Todo le salió bien a nuestro “amado” líder, así esté muy lejos de ser un verdadero Jefe de Estado, pero “lo que natura no da, Salamanca non presta”, dice el lema universitario charro, la reunión de AMLO con Baiden y Trudeau salió de aquellita; creemos que tampoco tenía por qué salir mal.

A nuestro “Presi” aún le falta conocer más mundo y sobre todo, conocer dónde está parado, por eso a veces comete pequeños errores, pero es la inexperiencia, nadie nace enseñado, dice el populachero refrán, pero ahí la lleva; no estaría por demás que visitara el Reino Unido y se sentara, tranquilamente, al lado de la comadre Chabelita y se tomara un buen té con ella a eso de las cinco de la tarde.

Por lo pronto, don Andrés está muy lejos de la estatura política del presidente de Estados Unidos y del primer ministro de Canadá; veremos qué se puede hacer al respecto en lo que falta de su sexenio, pues le falta “muncho” liderazgo internacional. En México el Viejo puede hacer lo que le dé su regalada gana con el Poder Legislativo, el Poder Judicial y con todas las instituciones (ya las mandó al diablo, que no se nos olvide), pero en los países antes señalados, los mandatarios sí están sujetos a la Cámara de Diputados y no tan fácilmente logran sus caprichos.

AMLO es digno de un profundo estudio antropológico, pero ese es otro tema, el cual dejaremos para mejor ocasión. Vale.