Daniel Valles.- La basura es el principal enemigo de las alcantarillas. Por lo mismo es motivo de gran atención en la Junta Municipal de Agua y Saneamiento de Juárez y de todos los organismos operadores de agua en la república. Me atrevo a escribir que del mundo. No obstante, el tratamiento que cada país le da a la basura es muy diferente.
Es una desgracia que, en México, no en todas las ciudades se le da la misma prioridad a la recolección, tratamiento, reciclaje y disposición final de la basura que generamos. Es un hecho, Ciudad Juárez es una ciudad muy sucia. Tal vez la más sucia del país. No podemos compararnos con Mérida, San Miguel de Allende, Querétaro y otras urbes. Ciudad Juárez tiene décadas en estas condiciones.
Ya lo dijo Cantinflas: una ciudad limpia no es la que más se barre, sino la que menos se ensucia. Y es la gente la que provoca esa suciedad.
En Ciudad Juárez se generan 456 mil toneladas de todo tipo de basura al año. Eso es igual a 1,250 diariamente. 38 mil toneladas al mes de lo que se llama basura común. En números redondos, esto de acuerdo con el Sr. Ernesto Guevara, director de Servicios Públicos Municipales de la actual administración.
Sin embargo, hay un número que en la J+ nos inquieta más, nos preocupa. Esto es, cien (100) toneladas que no alcanzan a ser recolectadas por los servicios públicos municipales. Y esto es un cálculo del Servicio de Limpia y PASA, quienes son los encargados de ello. Esta basura permanece en las calles y termina en una alcantarilla.
Esta es la basura que provoca, principalmente, los terribles brotes de aguas negras que tanto molestan y enfadan a los usuarios y a la gente que tiene que pasar por calles y avenidas donde a diario se presentan estos brotes.
La gente reporta, se molesta y piensa que el personal de la J+ no sabe, no quiere y no puede atender y remediar estos brotes. Pero lejos están de conocer, saber y entender la dimensión del problema que tenemos por esa basura que generamos y no es recolectada.
Las líneas de alcantarillado son de diferente grosor. Están diseñadas para trabajar al 30% de su diámetro. Con la basura que les llega se van “taponeando” cuando la combinación de tierra, basura, arena, aceite comestible, aceite de motor, cubrebocas, condones, toallas femeninas, papeles y todo tipo de desechos se solidifican y provocan que la dimensión del tubo decrezca. Así se eleva la presión a la que funcionan, se rajan, se quiebran por el tapón que se ha convertido en una muy fuerte piedra.
La Junta Municipal de Agua y Saneamiento cuenta con 18 máquinas Váctor, que son aspiradoras que limpian las alcantarillas. Dirige programas semanales para dar mantenimiento a las líneas y pozos de visita, así como cajas desarenadoras que existen en la ciudad, pero no es suficiente.
Se requiere que la gente haga su parte. Que no arroje aceite y sólidos al drenaje. Hemos sacado de las alcantarillas, además de la basura común, llantas de todo tipo, muebles, vísceras de cerdo y otras cosas, todas, compactadas por el aceite comestible y los aceites de motor que son vertidos en las alcantarillas.
La basura y el aceite que reciben las alcantarillas, provocan los brotes de aguas negras. La gente perjudica a sus vecinos y a sí mismos al hacerlo. La basura que no se recolecta se une a ello y tenemos un grave problema.
En la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, estamos para combatir este y otros problemas, pero necesitamos de la ayuda de todas las personas. Si ustedes hacen su parte nosotros haremos la nuestra. Ahí el Meollo del Asunto.
