Daniel Martínez.- Buen día. Espero estés teniendo una muy bonita semana. El día de hoy te hablaré de un tema que me pidieron a través de mis redes sociales y es el AMOR PROPIO.
Pero primero que todo es importante que diferenciemos lo que es el Amor Propio de la Autoestima. Aunque parece lo mismo hay una ligera diferencia y al conocerla podemos profundizar en fortalecer cualquiera de las dos. Cuando nos referimos a Autoestima estamos realizando una evaluación hacia lo que tenemos, lo que hemos logrado, cómo nos desenvolvemos con otras personas, qué tan satisfechos o insatisfechos nos sentimos con nosotros. Esta evaluación la hacemos partiendo de lo que conocemos, de lo que hemos aprendido, de lo que nos han enseñado que está bien y que está mal.
Y cuando hablamos de Amor Propio, nos referimos a algo más profundo, es aceptar simplemente cómo somos, nuestra naturaleza sin intentar encajar o satisfacer las necesidades de alguien más, estereotipos o estándares, es aceptar y amar nuestra esencia, reconociendo nuestras virtudes, sin comparación o evaluación de si somos mejores que otros o no. Es profundo también porque implica llegar a reconciliarnos con quienes hemos sido, con perdonarnos a nosotros mismos, sin juicios a nuestras maneras de actuar o resolver situaciones pasadas.
Muchas personas cuando lo comienzan a trabajar en terapia tienen el temor de llegar a ser egoístas porque, aunque en la sociedad se exige amor, respeto y empatía, por lo regular se aplica para el exterior, no hacia nosotros mismos. ¿Qué curioso, verdad? Pongámonos a pensar cuántas personas existen que no se respetan, que no son empáticas con ellas mismas, que no se aman de verdad, es muy común que encontremos a personas que ponen por delante de ellas mismas a otras, el cuidado y/o interés de otros antes que el suyo.
El ser egoísta poco tiene que ver con Autoestima elevada o Amor Propio, es muy diferente, comúnmente las personas egoístas carecen de estos dos conceptos, pero ya profundizaré en ello en otra ocasión.
Es por esto que es importante conocer cada concepto y diferenciarlo para poder trabajar en ello, no olvidemos que lo que no conocemos parece que lo ignoramos y actuamos como si no existiera, así que dejo sobre la mesa las siguientes preguntas: ¿Te amas? ¿Dedicas tiempo para conocerte? ¿Sabes lo que quieres o solamente cumples con lo que “debes” cumplir? Si alguna de estas preguntas movió algo dentro de ti, espero que prestes atención a esa sensación porque algo te está indicando.
Amar… es un proceso constante, el amor se fomenta, el amor se vive sin culpas, sin dolor y estoy seguro que el amor todo lo puede, principalmente el Amor Propio.
Si tú o alguien que conoces requiere apoyo especializado con este u otro tema, no dudes en contactarme. A mí me encuentras en Facebook como Psicólogo Daniel Martínez y en Youtube con el #Fronteramental.
Y no olvides que tus límites están en donde tú quieras, en donde ubiques tu FRONTERAMENTAL