Inicio LA OTRA NORMALIDAD ¿AMLO ya decidió?

¿AMLO ya decidió?

Jorge Quintana.- La fractura en Morena es evidente. El silencio de su presidente Mario Delgado y el deslinde que AMLO está haciendo de algunas personas importantes en el Gabinete Federal y en el Senado, hacen concluir que el presidente de la República ya decidió quién será el o la abanderada de Morena para el 2024.

Quizá lo que ha precipitado las cosas sea la salud de AMLO, su reciente intervención quirúrgica y su mencionado testamento político.

Todo empieza con las propuestas para ocupar embajadas y consulados de México en el exterior, al dejar a un lado al titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores en las decisiones y hacer caso a la esposa del presidente, con candidatos y candidatas nada convenientes para Marcelo Ebrard y algunos ni siquiera convenientes para México.

Queda en evidencia el distanciamiento del titular de la Presidencia con su secretario de Relaciones Exteriores, incluso al no acudir AMLO a la reunión anual del personal de la Cancillería, un vacío evidente.

Por otra parte, el rompimiento de algunos senadores y senadoras con su coordinador Monreal, por las declaraciones de este último acerca de la crisis interna de Morena, también le mueven su plataforma política y, sobre todo, se quebranta la relación con el presidente de México y líder moral de Morena.

Aun cuando el senador Monreal insiste en su cercanía y lealtad para con AMLO, las señales son obvias, se le está alejando la posibilidad de ser el candidato de Morena a la Presidencia de la República para el 2024.

Así pues, solo quedan en la mente del mandatario y líder de Morena dos personas: la titular del Gobierno de la Ciudad de México y el secretario de Gobernación.

Andrés Manuel ya se dio cuenta que con todo y refrendo de mandato con la consulta de este año sobre su permanencia en la Presidencia, la salud no le permitirá desempeñarse con suficiencia en esa responsabilidad, por lo que temprano empieza a hacer cambios y movimientos que garanticen su herencia política en Morena.

Sabedor de que el poder se empieza a perder a partir de la segunda mitad del mandato y con plena conciencia del estado que guardan el país y su partido, decide apostar sus últimos recursos, para asegurar la trascendencia de su pensamiento político, porque no podemos hablar de proyecto de nación o de proyecto de gobierno, si diariamente constatamos que se carece de ambos y solo permanece el personal concepto de AMLO en la función de gobernar.

Es claro que ni Monreal ni Ebrard querrán continuar con la pobre política de AMLO y más temprano que tarde se deslindarían del presidente, al ser electos o designados o ungidos con la candidatura de Morena.

Al tiempo podremos constatar que Claudia o Adán Augusto serán quienes encabecen la candidatura de Morena a la Presidencia de la República, premiarán su disciplina, lealtad y compromiso personal con el presidente.