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AMLO y sus políticas sociales

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AMLO y sus políticas sociales

Dr. Fernando Antonio Herrera Martínez.- El actual presidente de México ha implementado políticas sociales en beneficio de los pobres y los ignorados indígenas. Hoy hay becas desde primaria hasta la educación superior; programas sociales para jóvenes sin trabajo, por un año como aprendices de un oficio. Sembrando Vida es otro programa para estimular producción en el campo. Hay apoyo económico a discapacitados y madres solteras.

Hay que saber que todo se sustenta en el presupuesto del país. Sabemos que un país no produce dinero, lo obtiene porque cobra impuestos derechos, productos y aprovechamientos, aunque también puede pedir prestado.

El gobierno gasta el presupuesto cada año porque para eso es. El problema es que el dinero sea suficiente para sostener todos los apoyos sociales y gastos del gobierno.

En lo que va del sexenio se ha gastado de más; es decir, hay déficit, que se acumula en la deuda. Ahora, nuestra economía es más chica, disminuyó de tamaño y ahora es como en 2018. Hay que entender eso y que el presupuesto debe recortarse al tamaño de esa economía.

El que gasta más de lo que gana quiebra o se endeuda. Eso pasará al final del sexenio, si acumulan más déficit, ahora no se sabe, porque no lo hacen público. Resumen: sí se pueden sostener los programas sociales, pero hay que crecer para que entre dinero.

Primer paso, energías limpias y suficientes.

Segundo, seguridad.

Tercero, empleos con trasferencia de tecnología.

Cuarto, obras que apoyen la entrada y salida de todo lo que se requiere para trabajar.

Quinto, mejorar más los salarios.

Problemas a superar:

Uno, el presidente no quiere energías limpias.

Dos, quiere abrazos, no balazos.

Tres, se endeuda para sostener los apoyos a toda la sociedad.

Cuatro, sube los salarios sin plataforma de sustento.

Quinto, invierte en caprichos, no en la infraestructura esencial.

Último, el presidente cree que él sabe, pero no sabe que no sabe.

El poder es para poder

El poder es para poder. Recuerdo ese dicho y me hace pensar en cómo en algunas personas es para no poder.

Suspender poderes en un municipio es decisión política que pondría a Chihuahua a la vanguardia en el plano nacional e internacional. El sustento legal es muy sencillo, cualquiera lo sabe sin ser abogado: incapacidad para proporcionar seguridad a la población. De los 67 municipios del estado, pueden hacerlo en los que elijan, desde todos hasta ninguno.

La complicación estriba en que para hacerlo, el estado, el que manda Maru, no el otro, ese no tiene remedio, debe evaluar si tiene la capacidad y los recursos humanos y materiales suficientes para enfrentar semejante reto. La verdad no lo creo. 

Independiente de que el estado no tiene las condiciones económicas ideales, por la deuda heredada, tampoco hay voluntad política para enfrentar a un enemigo, que se porta como amigo si tomas acuerdos.

Patear el avispero en Chihuahua implica romper todos los acuerdos –si los hay- y agarrar el toro por los cuernos. Tampoco lo creo. Hay vacío de poder. Creo que la súper alcaldesa que nos cautivó tanto, se quedó en alguna nube, porque nomás no aparece.

¿Se desilusionó? ¿Se cansó? ¿Le fallaron sus anhelos? No lo sé. Creo que en Chihuahua nadie entiende qué diablos le pasó a Maru. Tenía un gabinete excelente, con un prietito sonorense en el arroz, pero de pronto, desmanteló ese equipazo. ¡A su máximo operador político lo volvió policía, bueno, procurador! ¡Al otro de excelencia lo mandó a obras!

El gobierno no volvió a ser el mismo, pudo mejorar, pero no fue así. El prietito en el arroz siguió acumulando poder y retrocedieron. Lo peor de todo, es que no ven a los corralistas, creen que ven a panistas y no entienden que al trabajar con Javier, sabiendo lo que hacía, fueron sus cómplices, aunque sean pasivos.

Ya no merecen el trato de panistas porque lo de Corral te embarra, te mancha y te involucra. Están ahí mudos, sordos y ciegos, tienen miedo de que los vean y los metan a la cárcel, por eso no trabajan. Esa herencia dejó Javier, pudieron rechazarla, pero no quisieron y ahora son los nuevos dueños.

La capital

En Chihuahua capital hay agua dos veces al día, si todo va bien, pero en innumerables colonias de Chihuahua, a las 4 de la mañana llega, dura dos horas. Los que tienen cisterna (canteras, lomas, casas fifís en fraccionamientos), usan un hidroneumático y lo llenan, pero los de tinaco se friegan porque el chorrito que llega no tiene la fuerza para subir y llenar.

Se tienen que bañar a las 4 de la mañana y lo que junten lo usan en el día. El agua de la tarde, cuando hay, muy pocos días, es para juntar o bien para bañarse en la noche. La JMAS está en quiebra desde que se fue el “güerito” que invertía en Aras y a cuyo administrador asesinaron.

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