Las casillas cerraron en este domingo de elecciones presidenciales en Chile mientras en el país se vivía la mayor incertidumbre de las últimas tres décadas: ¿podría darse una segunda vuelta encabezada por un ultraderechista y un izquierdista apoyado por el Partido Comunista?
Centenares de personas hacían largas filas, algunas por varias cuadras, en las afueras de locales de votación, a la espera de que los hicieran entrar al recinto para poder sufragar después del horario de cierre. Muchos ingresaron a los locales, mientras algunos que quedaron afuera gritaban y empujaban rejas para entrar.
Es la primera vez desde la recuperación de la democracia en 1990 en que los candidatos presidenciales con las mayores preferencias en las encuestas están más lejos del centro, lo que ha generado inquietud política y económica.