Es una reacción lógica. La última entrega de The Last Dance, se concentró en ellos y no tardaron en tomar la palabra y devolver con la misma furia.
Así como Michael Jordan y sus Chicago Bulls reconocieron que odiaban a los Bad Boys de Detroit Pistons, y MJ calificó de “imbécil” a Isiah Thomas, el líder de aquel equipo, apareció en escena uno de los más duros pivotes que tenían aquellos chicos malos, Bill Laimbeer, y no dudó ni por un segundo en calificar de llorones a Jordan y compañía.
Son varios los fragmentos en los que su Majestad señala a los Pistons como un rival desagradable.
Lo castigaban con dureza, habían inventado las “Jordan rules”, que consistía derribar a MJ cuando pisaba la pintura y atacarlo con fiereza cuando estaban en ofensiva para generar que se cargue de faltas.
Son muchas las imágenes en las que se ve a Laimbeer, Joe Dumars o Thomas, golpeando a Jordan o al propio Dennis Rodman acosando a Scottie Pippen. Fueron una pesadilla en la Conferencia Este.
Incluso, aquel equipo irrumpió en medio de una NBA dominaba por Los Angeles Lakers y Boston Celtics. De la mano de Chuck Daily, aquellos Pistons creados por el general manager Jack McCloskey, patearon el reinado de Magic Johnson y Larry Bird.
Las batallas entre ellos eran brutales, dos años seguidos los Pistons sacaron de la escena a Jordan y sus Bulls. En las finales de la Conferencia Este de 1991, se impuso finalmente Chicago y era tan grande la rivalidad que los Pistons se fueron de la cancha sin felicitar a los Bulls por su victoria. En el documental MJ reconoció: “Todavía los odio”.
Ante este escenario, Laimbeer, que se consagró campeón con esos Bad Boys en 1989 y 1990 de la NBA, respondió con dureza a las palabras que tuvo Jordan en el documental para aquel equipo de Detroit que se retiró sin saludarlos: “Michael Jordan y sus Bulls eran unos llorones. Se quejaron y lloraron durante mucho tiempo sobre lo malos que éramos. Y lo que es peor, dijeron que éramos malas personas. Y eso no. Sólo éramos jugadores de baloncesto intentando ganar. Eso realmente me molesta. No saben quiénes somos realmente o cómo somos como personas o en nuestra vida familiar. ¿Y todo por qué? ¿Por no darles la mano? Eran unos llorones. Ganaron aquella serie y les doy el crédito que merecen. Nosotros nos hacíamos viejos y ellos nos ganaron. Muy bien, sigamos adelante”, dijo en una charla con Rachel Nichols de ESPN.