Candelario González Villa.- México, nuestro México, nación en la lucha, no de hoy sino de siglos pasados, se enfrenta a la adversidad. Por hoy, la salud de los mexicanos gira en el torbellino de esta calamidad que nos golpea a nivel mundial.
¿Se puede sacar algo de provecho de esta desgracia? El tema es controversial; por lo regular nuestra sociedad arrastra la costumbre de culpar a medio mundo de nuestras desgracias, a pesar de la evidente indolencia, de esa indiferencia manifiesta, de ese individualismo enfermizo que pasó a la etapa formativa de nuestra sociedad en la educación y en la cultura.
Claro que sí se puede obtener provecho, principalmente en el enriquecimiento de la conciencia humanística y por ende, en lo social, económico y político, pero lo principal es en el aspecto espiritual.
Además, en esta pandemia descubrimos gente de conductas ejemplares, de humanismo, de solidaridad y conciencia colectiva, pero también hemos descubierto gente de conductas mezquinas que contraponen sus intereses y de grupo sobre los sociales, que sin miramientos exponen a la gente más vulnerable de la sociedad: los trabajadores.
Descubrimos la perversidad de las cúpulas empresariales que son cabeza de sus organizaciones, llámese Coparmex, Canaco, Canacintra y demás. No me refiero ni generalizo a esta clase, pues existen empresarios de conducta intachable, de humanismo y de nacionalismo probo.
Me refiero a aquellos empresarios de ambición desmedida que pasaron por alto los derechos elementales de la clase trabajadora, que evadieron sus obligaciones fiscales y son promotores de la corrupción que invadió la vida sociopolítica de nuestro país.
Hoy vemos a empresarios cupulares y políticos de la oposición confabulados para desestabilizar al gobierno de Andrés Manuel López Obrador; pero ahí no paran sus perversas intenciones, sino que inclusive ahora conspiran para derrocarlo y provocar un conflicto social.
Como era de esperarse, el grupúsculo de los inoperantes desgobernadores de extracción panista, con su acostumbrado protagonismo fascistoide, están muy urgidos por ‘balcanizar’ a nuestra nación.
Claro que no puede faltar la deplorable figura del señor Javier Corral Jurado, quien entre el desparpajo y el cinismo, erróneamente se toma atribuciones que no le competen. A pesar de que Chihuahua se encuentra secuestrado porque el Congreso del Estado está lleno de empleados del Hitler de plazoleta que aprueban todas sus erráticas políticas.
Hay de pandemias a pandemias y la de Corral es la más letal de todas. Y no se diga la irrisoria figura de su seudopartido.
¡Salud para todos y a cuidarse en casa!