Carlos Tuto Alban.- Cuando caminamos en la búsqueda del conocimiento interior, vamos encontrando diferentes lecturas, interpretaciones, conocimientos, evidencias, muchas tomadas de la ciencia, otras de la experiencia, unas confrontadas o complementadas con otras. Todo para decir que la persona que cree en la ciencia, puede creer en la espiritualidad, que la razón se puede complementar con la intuición. Cada vez conozco más casos donde quienes a través de su vida han abordado una forma de ver y entender lo que les ocurre , pero al encontrar fenómenos inexplicables amplían su visión del mundo.
A veces existen disciplinas o creencias que no aceptan otras posibilidades de interpretar fenómenos que desde la razón no tienen sustento, también hay científicos que a pesar de su formación y práctica profesional, creen en Dios y ven en él una fuerza complementaria que les permite ejercer su trabajo, hablo por ejemplo del caso de los médicos, que ante la seguridad de que una persona ya no podría seguir viviendo por su crítico estado de salud, ven que pronto se recupera y más aún es producto de una petición, oración o similar de esa persona o de su familia sumada a la atención médica.
Existen casos de personas que evidencian haber intentado pasar el umbral que los llevaría a trascender de este plano y de manera inexplicable se devuelven a la tierra y dan fe del procedimiento que recibieron, la atención que se les dio en la sala de cirugía, donde su nivel de conciencia era cero y sin embargo pueden demostrar con datos lo que ocurría mientras estaban declarados muertos, tal como se evidencia en el documental de Netflix.
Somos todo y debemos darnos la oportunidad de tener una apertura a todas las posibilidades que da el universo, eso no nos hace mas o menos inteligentes, nos hace más conscientes de las posibilidades que se pueden abrir al entender que nuestra manera de ver el mundo tiene que ver con nuestro origen, las creencias de nuestras familias, nuestra cultura y nuestra educación. Se ha preguntado cómo interpretaría su realidad si hubiera nacido al otro lado del planeta.
¿Cuál es la verdad? La suya, esa es su verdad y cada cual aborda y encuentra la suya y en muchas ocasiones mezcla un conocimiento con otro y eso es completamente válido cuando entendemos que somos todo y que además somos una unidad con diferentes maneras de aproximarnos los unos a los otros.
En el 2020 tuve la oportunidad de hacer más de 25 entrevistas en nuestro programa virtual, Mientras tanto vivo, compartí con personas que manejaban distintas percepciones acerca del conocimiento interior: valoraban el yoga, la meditación ,la numerología , la carta astral, el contacto con los ángeles, la medicina tradicional y la ayurveda, el tema de la compasión y el servicio como práctica de vida, y estas personas en su mayoría , son profesionales, se han formado a través de aulas , pero esto no les niega la posibilidad de indagar en otros aspectos que los lleven principalmente a sanar sus problemas y a encontrar en el conocimiento una posibilidad de servir a los demás.
De eso si estoy convencido y es que el sentido de las experiencias espirituales, deben tener un solo propósito, sanar y servir. Si la razón de buscar este otro conocimiento está basado en un interés comercial o de hacer crecer más el ego, el camino es el equivocado.
Somos unos afortunados de ser Latinoamericanos, aquí podemos mezclar nuestra ancestralidad indígena con la influencia cristiana, recibimos información de oriente y buscamos explicaciones en nuestras construcciones como las pirámides y los monumentos de nuestros antepasados, las plantas se ritualizan para curar, para alimentar y para proteger, no es esto una maravilla?
Seguramente después de recorrer muchos caminos, vamos depurando y vamos sintiendo que nos identificamos más con algunas corrientes más que con otros, como nos ocurre con toda la información que nos llega en la vida.
Lo importante es tener una mente abierta a nuevas posibilidades, a creer que cuando miramos hacia el universo, allá en la distancia pueden estar pasando cosas, tratemos de descubrir cuales y si no encontramos respuesta, sigamos con el corazón abierto, siempre dispuestos a entender que somos mucho más de lo que nos permiten sentir nuestros sentidos.