Inicio Perspectiva El presidente es un hombre “honrado”, pero nada más

El presidente es un hombre “honrado”, pero nada más

Daniel Valles.- La rifa que no es rifa del avión que no tiene ni Obama, es una muestra del carácter necio, terco y sin sentido de quien dirige el destino del país desde el Poder Ejecutivo federal. Sabemos bien cómo se llega a decidir rifarlo. No lo han podido vender. No tiene caso ni siquiera mencionarlo, menos recordarlo. 

Pero para quienes no lo saben o no lo recuerdan, mencionaré que en su ataque férreo al entonces presidente Enrique Peña Nieto, el actual presidente dedicó muchos discursos y mucho tiempo a atacar el lujo, el gasto y el dispendio de tal avión. El ataque retórico duró todo el sexenio de Peña Nieto.

Nuestro ya no tan querido presidente, prometió que no viajaría en tal avión porque sería una ofensa al pueblo mexicano. Por eso usa líneas comerciales para trasladarse de un lugar a otro cuando tiene necesidad, que es casi cada semana. El hecho de viajar así, lo distingue. Claro. Ningún otro presidente lo ha hecho así. Sin embargo, no deja de ser una acción o actitud demagógica.

Él viaja en línea comercial, pero todo lo requerido en la gira viaja en un avión militar. Ocasiona más gasto y sigue usando dinero del presupuesto para esos viajes. Lo acaban de evidenciar en el aeropuerto de Torreón, Coahuila, donde los aviones fueron fotografiados. Y digo aviones porque fueron dos 737 que acompañaron el viaje del presidente. Los puede ver en:

https://vanguardia.com.mx/articulo/amlo-llego-con-dos-aviones-737-coahuila-porque

¿Para qué fueron? Solo él lo sabe. Ahí está la falsedad. Y así toda la “administración” que hace un hombre que, desde hace 22 años trató y se preparó para ser presidente de la república. Y cuando llega, la falsedad, la incapacidad y la ingobernabilidad se hacen patentes en todo el territorio nacional.

Las evidencias son abrumadoras. En Chihuahua, el caso de la presa La Boquilla, donde la Guardia Nacional fue usada para atacar a los agricultores, quienes sacaron al ejército disfrazado de Guardia Nacional, recuperaron el control de la presa y cerraron las compuertas.

Presuntamente participaría la GN en el asesinato de una pareja de agricultores que estuvo en la protesta y en el desalojo que sufrió la GN. Que fue humillante.

Otro caso que se torna en grave, es lo que sucede en la calle Cuba número 50, en la CDMX. La sede de la CNDH está tomada por radicales mujeres de grupos feministas, mismos a los que nuestro ya no tan querido presidente no ha atendido y ha menospreciado con un desdén que espanta y raya en el cinismo digno de socrática escuela.

Las mujeres están en posesión del edificio. El que han vandalizado. Alegan una falta de atención de la presidente de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra, quien llega de manera irregular y ante una muestra de imposición de la voluntad del mismo presidente, lo que es un acto de corrupción.

Ella, de acuerdo a los grupos feministas y de algunos senadores de oposición, ha dado muestras de no tener la “capacidad y preparación” necesarias para realizar la labor a la que fue designada.

Lo saben bien quienes votaron por consigna para que ella esté ahí. Lo sabe López Obrador, quien afirma que la capacidad y preparación no es el requisito principal que exige o busca este régimen y que distingue a los funcionarios que lo conforman. El titular del Ejecutivo pide honradez. 

Por ello tenemos a funcionarios incapaces, pero honrados. Y me temo que desde mero arriba. La muestra más clara y definitiva está con el manejo de la pandemia del Covid-19 que ha hecho el doctor Hugo López-Gatell, al que ya casi le apodan el innombrable.

Las 68,484 muertes por coronavirus en México y los 642,860 casos confirmados al día martes 8 (escribo en miércoles y aún no dan el dato oficial) son la evidencia de un mal manejo, producto de una estrategia errática de un hombre que fue incapaz con el manejo de la pandemia del virus AH1N1 en 2009. Fue despedido por incapaz.

Los gobernadores que recién se han separado de la llamada CONAGO, habrían pedido ya la remoción de tal persona ante la evidencia de incapacidad y sesgo político que le ha dado a la pandemia, lo que se les ha negado.

Ni qué decir de los proyectos que consumen más de 900 mmdp, del presupuesto. El Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía, la refinería de Dos Bocas y el “hoyo negro” que es Pemex.

Independientemente del “rescate” del último y que las obras fueren faraónicas e inútiles, la pandemia, los muertos e infectados. La pérdida de más de un millón de empleos formales y el truene de cientos de pequeñas y medianas empresas, demandan el cese de tales obras y el rescate para atender lo más importante. La salud y el empleo de los mexicanos. Pero no, la obra que quedará a la vista es más importante. Aunque fuere inútil.

El abuso más reciente es el gasto que hace el presidente Andrés Manuel López Obrador de 500 millones de pesos para comprar un millón de billetes del sorteo del valor comercial del avión presidencial TP01 para ser distribuidos en los casi mil hospitales Covid que hay en el país.

Con el pretexto que es un dinero que se ha obtenido de decomisos al crimen organizado, hace el gasto para sostener un proyecto que nació muerto; la rifa del avión que no tiene ni Obama.

Este es un gesto que muestra el carácter empecinado, necio y terco de un hombre que es como Gabino Barrera, pero que no se emborracha, que no entiende razones, que no acepta consejos, ni de sus más cercanos. Por eso los secretarios se le van, le renuncian y le arrojan el arpa.

Ayer, en mi intervención en la mesa de análisis político en un medio nacional, discutíamos el tema. Una de las personas presentes, un periodista renombrado, a manera de explicación alegaba que el presidente es así porque esa es la manera de gobernar de los regímenes populistas, los que buscan terminar con todos los liderazgos anteriores al suyo y sobre todo, que odian a los expertos. Por eso los quitan y colocan a personas honradas, pero incapaces.

A lo que le contesté: “será el sereno, pero hay de modos a modos. Y aquí tenemos uno tan malo porque es el responsable de 68 mil 400 familias enlutadas, que pudieron ser menos. Del quiebre de la economía. La que ya venía en recesión desde antes de la pandemia del Coronavirus”. Terminé el comentario, pero mi interlocutor siguió alegando. Es un poco parecido a quien dirige el país. Terco y necio.

La rifa del avión que no tiene ni Obama no es rifa de un avión se llevará a cabo el próximo martes.  Los boletos que el gobierno compra los regalará a más de 900 hospitales en el país. Una ocurrencia más de un presidente que a todas luces busca salvar sus proyectos y programas con base en sus ocurrencias y no con razón y sabiduría.

Pero que ha de estar apostando a que nadie se saque los premios. Porque le faltan por vender casi el 40% de los boletos. Y a menos que los autocompre, se van a quedar sin vender.

De cualquier forma, ganarán mil millones de pesos y conservarán un avión, que no tiene ni Obama y que no se puede rifar. Buen negocio.

El presidente de México es un hombre inteligente y honrado, pero nada más. Ahí, El Meollo del Asunto.