El oportunista que no sirve para nada, hechiza a la chusma. Eurípides, poeta griego
Cuauhtémo Monreal Rocha.- Después de haber disfrutado de unas merecidas vacaciones en Tokio, por sus exhaustivas jornadas de trabajo como secretario de organización de morena, el nuevo magnate chocolatero, Andrés Manuel López Beltrán –Andy parta sus íntimos–, ya se dejó ver nuevamente en el escenario político nacional, visitando nuestro terruño: Torreón, Saltillo y Monclova.
El pretexto de este junior oportunista, para aparecer por esas tierras norteñas, es para evaluar el trabajo de los coordinadores regionales de morena y de esta manera, cumplir con las metas organizativas de este año que ya está por terminar, imaginándonos nosotros, que es una manera muy sutil de iniciar su campaña política para la grande, apoyado por papi y todo el pueblo “bueno y sabio”, receptor directo de los programas sociales.
En estas reuniones, según nos lo informaron algunos paisanos de por allá, no se invitó a la prensa, porque según los morenianos, solo se trataron asuntos que incumben o competen al movimiento; desde luego, estos viajes, aunque en territorio nacional, no dejan de ser turísticos también y hay que disfrutarlos lo mejor posible, solo que su costo se paga con el dinero de los contribuyentes y no con el dinero del chocolatero.
¡Qué manera de hacer una precampaña discreta! Lo bueno que para todas las campañas políticas se ajusten a los tiempos o no, hay dinero de sobra; aquí no operan los recortes presupuestales.
Y miren ustedes, ya que tocamos a la industria sin chimeneas, o sea el turismo, pues por allí andan algunos empresarios mexicanos, picando piedra para ver si es posible que en un futuro no lejano (2026), se implemente un turismo médico integrado, por llamarlo de alguna manera, es decir, construir hoteles con servicios hospitalarios incluidos para que, principalmente los familiares de los enfermos, no batallen por hospedaje todo incluido, mientras los pacientes se recuperan o son dados de alta.
La idea no es mala, sobre todo para los que puedan pagar este tipo de hoteles-hospitales, porque de que este modernismo –de realizarse–llegue al IMSS-ISSSTE para dar unos servicios de calidad a los trabajadores y sus familias, qué difícil; esperemos que por lo pronto, de lograrse este anhelo empresarial, puedan disfrutarlos todos aquellos compatriotas que cuenten con los recursos económicos necesarios.
Y para que vean cómo se las gastan en el sector salud del bienestar, un poco de humor: La enfermera: Para proteger la identidad de los pacientes, por favor pase la señora que padece de hemorroides. Vale.