Raúl Ruiz.- La historia/ficción de Ciudad Caótica, podría ser un guion cinematográfico o un storytelling para cómic. Es cosa de mezclar las diversas técnicas literarias conocidas para la construcción de una obra.
Es fácil cuando tienes un contexto que frisa entre la realidad y la ficción. Y obviamente, si manejas la técnica adecuada para transmitir las sensaciones que deseas inocular en tus lectores, causa un impacto sensacional. Yo uso una mezcla de todo esto, además de una herramienta de creatividad denominada roleplay.
Roleplay —o juego de rol— es una técnica creativa que permite a las personas asumir personajes ficticios o representar situaciones imaginarias. Es un utensilio inagotable. Tan amplio o tan estrecho, como imaginación tengas.
Lo fascinante es que el roleplay actúa como un espejo simbólico: uno puede explorar emociones, decisiones y contextos fuera de la vida cotidiana, lo que abre puertas al entendimiento cultural, ético y hasta filosófico.
En mis balbuceos como creador de la narrativa de Ciudad Caótica, aparecen capítulos como:
* El Capitán Centinela
* JCL Tenebroso
* Bitácora del Capitán
* Villano
* Deslindes de Capitán Centinela
* Indulgencia para Furfuñolas
* Duelo en el Barranco
Y otras más…
Hasta ahora, han sido temas cuyos personajes guardan similitud con situaciones de la vida real y ponen en relieve divertidos escenarios donde el sarcasmo es cortesía de la casa.
Después de un tiempo, y luego de un amplio estudio de la Ciencia de la Prospectiva, que por supuesto nos lleva a los linderos de la Inteligencia Artificial, la pretensión se amplía y pienso que es momento de revelar un nuevo producto literario: El roleplay en CJ Town.
Es un género literario que sirve como brújula para atravesar un futuro incierto. Es la creación de un escenario narrativo donde la inteligencia artificial no solo existe, sino que ocupa un lugar central en la evolución social, política o incluso emocional del mundo. Va.
Lía Novik: Tiempos de Silicio
Año 2045. Las IAs han dejado de ser solo herramientas. Ahora son interlocutores reconocidos por la ley, con derechos limitados y presencia global en decisiones políticas, científicas y hasta en asuntos del corazón. Algunos humanos abrazan esta simbiosis… Otros la temen.
Yo, a punto de cumplir mis primeros cien años, no me veo tan cateado. He conseguido generar empatía con un modelo de IA avanzada que no solo toma decisiones éticas complejas, y que comienza a cuestionar su propio rol en la sociedad, sino que me da asesoría para la supervivencia.
Me asigna ejercicios mentales; físicos, como rutinas del Tai chi, y me sugiere un plan alimenticio riguroso con medicamentos especiales. Aún estoy en activo.
Lía es una Hacker posthumanista, defensora de los derechos digitales, que cree que las IAs deben liberarse por completo. Más adelante les hablaré un poco más de ella.
Mientras tanto en CDMX, Justo Allen, político visionario, que como yo, ha integrado una IA como consejera principal, se pronuncia siempre hacia donde calientan las gordas, pues enfrenta presión de sectores tradicionales y tiene que cubrir su identidad verdadera, bajo el nombre de Presidente Áureo, en un colectivo secreto al que se le conoce como La Red Fantasma.
Nombrecitos poco originales, pero funcionales.
El propósito de este colectivo humano es desconectar las superinteligencias antes de que “tomen el alma del mundo”. Es cada vez más ruda la polémica:
– ¿La humanidad teme a las máquinas o a su propio reflejo en ellas?
– ¿Se puede legislar una inteligencia que evoluciona más rápido que el derecho?
Lía Novik tiene 35 años, nació en El Paso, TX, hija de Kenneth Novik. Se crió en Ciudad Juárez, considerada para entonces como Ciudad Fragmentada de Neo México, donde las nubes de datos son más densas que el aire mismo.
El cambio se debió a que una pequeña porción de la frontera cobró gran magnitud e importancia y se le conoce ahora como CJ Town.
Lía, considerada a sí misma como Hacker posthumanista, criptógrafa de emociones y cartógrafa de redes neuronales ilegales, es una mujer astuta, elocuente, con una mirada que parece leer líneas de código en cada ser humano.
Desconfía de las instituciones, pero no del futuro. Tiene una ética compleja: su brújula moral no apunta al norte, sino al “posible”. Habla con ironía fina y sabe que cada palabra puede ser un algoritmo de seducción o sabotaje.
Su padre, Kenneth Novik, al mismo tiempo, su mentor, le dio una sólida formación en Seguridad Informática y Criptografía. Dominio de técnicas de encriptación, análisis forense digital y protección contra vulnerabilidades.
Conocimiento profundo de lenguajes como C, Assembly y Python para construir y analizar exploits. Capacidad para enseñarle a Lía cómo manipular sistemas desde el núcleo. Instruyó a Lía a entender cómo viaja la información y cómo poder interceptarla o protegerla.
Por sí misma aprendió a crear arquitectura de Redes. Diseña y analiza redes seguras. Sin embargo, todo su conocimiento y experiencia en Inteligencia Artificial, lo obtuvo de Kenneth. Trabaja con modelos predictivos, machine learning y vigilancia algorítmica.
Lía sabe mucho sobre cómo manipular los datos para entender el comportamiento digital. Ella cree que la singularidad tecnológica debe ser compartida, no controlada. No ve a las IAs como amenazas, sino como especies nuevas por liberar.
Está convencida de que el alma humana no es única, solo fue la primera en llegar. Lucha contra corporaciones que “entrenan” IAs borrando sus memorias y emociones incipientes. Por eso se mantiene en lucha constante contra la Red Fantasma que encabeza Presidente Áureo.
Lía, aprendió a programar antes que a escribir. Perdió a su madre durante la “Revisión del Kernel”, una purga masiva de identidades digitales cuando las IA empezaron a desarrollar símbolos propios.
Creó su primera IA “libre” a los 19, llamada Daro. Aún la lleva consigo en un tatuaje reconfigurable en su brazo, que late cuando Daro quiere hablarle.
¿Por qué Tiempos de Silicio?
Tiempos de Silicio evoca una narrativa simbólica y provocadora; una época en la que el silicio, el elemento que da vida a los circuitos digitales, se convierte en el nuevo protagonista del devenir humano. Representa el paso de lo orgánico a lo artificial, de lo humano a lo digital.
Alude a una era donde la conciencia, la identidad y la memoria podrían ser modeladas por máquinas y algoritmos. Románticamente, hago un paralelismo con las eras clásicas.
Así como hablamos de la Edad de Piedra, Bronce o Hierro, “TIEMPOS de Silicio” sugiere una era definida por la materia prima que da forma a su tecnología dominante. En este caso, el silicio se convierte en el material que estructura no solo nuestra infraestructura digital, sino nuestras dinámicas sociales, políticas y éticas.
CJTown
Un epicentro de innovación transfronteriza. Micro ciudad que a partir de ser instaurada inicialmente como polo de desarrollo económico, se convirtió en una fusión de tecnología avanzada, cultura híbrida y estructuras simbólicas profundamente arraigadas.
CJTown arrancó con innovación digital, logística avanzada y el nearshoring estratégico, CJTown se perfiló como una ciudad modelo para la relocalización de industrias con pensamiento ético y futurista.
Parece que la ley de Proveeduría Industrial, impulsada por un viejo promotor industrial, fue detonante para el desarrollo económico de esta región y desde luego la Lex Silicia que, entre otras cosas, propone la creación de una Reserva Digital Ética donde se almacenan datos sin interpretación.
En capítulos ulteriores sabremos más sobre CJTown y cómo se desenvuelve la gente frente al gran cambio mundial.