Dr. Omar Bazán Flores.- Para la economía mexicana, el sector agroalimentario es uno de los pilares fundamentales, ya que representa una fuente importante de empleo, ingresos y divisas para el país. Sin embargo, para nadie es un secreto que, en los últimos años, el sector ha enfrentado una serie de desafíos que han puesto en riesgo la supervivencia del campo mexicano.
Uno de los principales problemas que enfrenta el sector agroalimentario en México es la falta de inversión y financiamiento para los productores agrícolas, que en su mayoría son pequeños y medianos y no tienen acceso a créditos ni a financiamiento para invertir en tecnología, infraestructura y otros insumos necesarios para mejorar su productividad y competitividad.
Otro desafío importante que enfrentan es la dependencia excesiva de los productos agrícolas importados, pues México es uno de los principales importadores de productos agrícolas en el mundo, lo que ha llevado a una disminución en la producción nacional y a una pérdida de competitividad para los productores locales.
Además, el sector agroalimentario en México también enfrenta históricamente desafíos relacionados con la sostenibilidad y el medio ambiente. La agricultura es una de las principales fuentes de contaminación del agua y del suelo; la deforestación y la pérdida de biodiversidad son problemas graves en muchas regiones del país.
Estoy totalmente de acuerdo, en que la falta de infraestructura y equipamiento adecuado también es un problema importante para nuestro país, principalmente porque muchos productores no tienen acceso a sistemas de riego eficientes, ni a equipo adecuado para la cosecha y el procesamiento de sus productos.
La falta de capacitación y educación para los productores es otro de los problemas. Muchos de ellos no tienen acceso a programas de capacitación y educación que les permitan mejorar sus habilidades y conocimientos en áreas como la agricultura sostenible, la gestión de riesgos y la comercialización de productos y eso es un tema que, sin duda, finalmente les reduce oportunidades importantes.
Creo que para garantizar la supervivencia del campo mexicano, es necesario implementar políticas y programas que apoyen a los productores agrícolas y promuevan la sostenibilidad y la competitividad del sector, y una de las medidas que considero prioritarias o más importantes, es aumentar la inversión y el financiamiento para los productores agrícolas, especialmente los pequeños y medianos.
También es fundamental promover la innovación y la adopción de tecnologías más eficientes y sostenibles en la agricultura. Esto puede incluir la implementación de sistemas de riego más eficientes, la utilización de variedades de cultivos más resistentes y productivas, la adopción de prácticas de manejo de suelos y agua más sostenibles.
Es importante que también se promueva la producción y el consumo de productos agrícolas nacionales y reducir la dependencia de los importados. Puede incluir la implementación de programas de apoyo a la producción nacional, la promoción de la marca México en los mercados internacionales y la implementación de políticas de comercio exterior que protejan a los productores nacionales.
Finalmente, concluyo diciendo que el sector agroalimentario en México enfrenta una serie de desafíos que ponen en riesgo la supervivencia del campo; sin embargo, con la implementación de políticas y programas que apoyen a los productores agrícolas, promuevan la sostenibilidad y la competitividad del sector, pueden obtenerse resultados que ayuden a mejorar la situación que actualmente prevalece.