La honestidad es, en su mayor parte, menos rentable que la deshonestidad. Platón, filósofo griego
Cuauhtémoc Monreal Rocha.- De lleno entraremos al tema. De 2 cosas 2 presume UYSQ, desde que llegó al poder y vivir, sin pago alguno, en un palacio virreinal, de su honestidad y de su moralidad, solo que, quien presume de ello, sobre todo de su honestidad, ¡cuidado!, porque es digno de sospecha.
¿Por qué es digno de sospecha? Porque caras vemos corazones no sabemos o también, las apariencias engañan, por eso al final de este sexenio cuatrotero, hay que estar preparados para lo que sigue si como nación llegamos a un obradorato, donde la mentira, “la moral”, la corrupción, la impunidad y la “honestidad”, tendrán el camino libre.
El Viejo, orondamente le dijo al pueblo “bueno y sabio” que en su sexenio la premisa sería: No robar, no mentir y no traicionar, la cual no ha podido cumplir y sigue presumiendo de su honestidad y de su fuerza moral, a lo cual hay que agregarle su humanismo del cual hace gala, esperando no se nos vaya a convertir en un tirano despiadado.
El autócrata se jacta de despreciar el dinero, aunque quienes lo conocen manifiestan que el dinero le gusta a raudales, sobre todo al cash, quizá porque sabe y comprende que un político pobre, es un pobre político o bien, el que roba para llegar, llega para robar. No sabemos amable lector(a), qué opines al respecto.
¿Claudia, su consentida, seguirá sus pasos? ¿El próximo mes de junio se desmoronará el incipiente obradorato? Porque no creemos que la emperatriz, ya ungida como jefa de estado, vaya a destapar la cloaca de la 4T, ni la riqueza de la familia López, amigos, compadres y compañía.
Cuánto pillaje existe en la élite gubernamental, en la nueva minoría rapaz llamada morena, que nos hace escribir: Honestidad, ¡cuánta rapiña! se comete en tu nombre. Vale.